La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio de diversas marcas de sopas instantáneas a la venta en México, en la investigación se detectó que algunas pueden causar daños a la salud y además usan publicidad engañosa.

De acuerdo con la entrevista de un medio al titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla, se dio a conocer un pequeño adelantó de los resultados de dicho estudio, el cual será dado a conocer por medio de la Revista del Consumidor en la edición del mes de octubre. Ahí se podrá saber qué contienen las sopas instantáneas.

Sheffield advirtió, “Uno de los análisis que realizamos tiene que ver con estas sopas instantáneas que se han vuelto muy populares en el país, que las usan mucho para matar el hambre… pero, hay que tener cuidado… no vayan a matar más que el hambre”,

Mencionó que en el análisis se obtuvieron resultados importantes respecto al valor real nutritivo de las sopas instantáneas, además, se revisó el empaque en el que vienen, así como el riesgo que presenta para la salud en algunos casos, tanto el contenido como el empaque, también se tomó en cuenta la publicidad engañosa que tienen algunas marcas.

Para terminar, se le cuestionó sobre si se retirarán del mercado los productos que no están siendo transparentes en cuanto a su contenido, el procurador dijo, “Sí, sin lugar a duda, por lo menos dos productos van a ser retirados del mercado, por cierto, ambos importados”.

Rápidas, ricas pero dañinas

Y es que sin duda hay alimentos que, aunque son ricos y fáciles de preparar, pero no necesariamente son saludables. Esto sucede con la sopa instantánea, la cual tiene muchos mitos alrededor como que al entrar al estómago adquiere textura elástica, lo que la hace casi lo mismo que comer ligas.

¿Qué hay dentro de una sopa instantánea?

Si bien no contienen plásticos ni materiales elásticos. Lo que sí tienen todas es harina de trigo y también proteínas de soya, maíz y -más- trigo hidrolizados. La nutrióloga Jimena Contreras nos explica que entre este grupo de ingredientes está el famoso gluten, aunque no de forma explícita pues es una de las proteínas presentes en el trigo.

Es importante porque tiene capacidad de expandirse sin romperse al entrar en contacto con agua… es decir, da características elásticas a los alimentos. Pero no solo a las sopas instantáneas sino a todos los productos que la contienen como el pan, la pasta común, las galletas y los pasteles.

Su presencia en nuestra cotidianidad no es necesariamente mala, dice la especialista, lo que sucede es que tiene diferentes formas de desarrollarse de acuerdo a otros ingredientes con los que se combine y su proceso.

En el caso de la pasta con la que se elaboran las sopas instantáneas, su elasticidad excesiva en el sistema digestivo tiene que ver con la baja calidad nutricional de sus ingredientes.

Básicamente es pura harina con sodio y grasa, todo de baja calidad. Esto lo vuelve una pasta poco saludable y difícil de digerir, pues no tiene grasas buenas ni fibra, y es un alimento alto en sodio y soya.

Además de esto, tiene tres diferentes tipos de azúcar y siete variedades de sal, los cuales, al mezclarse, activan los neurotransmisores dando una sensación de placer que puede relacionarse con la adicción a algunas drogas, refiere la nutrióloga Alejandra Vera.

Lo que dicen los estudios

No hace mucho, en la edición de agosto de 2020, la Revista del Consumidor realizó un estudio sobre la elaboración de las sopas instantáneas para develar si son o no un alimento tan nutritivo como parece.

La conclusión no fue tan alentadora pues, aunque no se encuentran restos de plástico y definitivamente no es como comer ligas, es uno de los productos del mercado con más contenido de sodio, lo cual, según la Organización Mundial de la Salud, es un de los principales causantes de enfermedades cardiovasculares y muerte en el mundo.

Profeco también advierte un aditivo que resulta dañino cuando se consume en exceso: el glutamato monosódico. Se encuentra naturalmente en algunos productos naturales, pero se añade a la comida industrializada para potenciar el sabor y darle al cerebro la sensación de que está comiendo rico.

Según Contreras, este ingrediente puede causar dolores de cabeza, náuseas, dolores de pecho y taquicardia; nada de esto relacionado con la digestión del gluten en la pasta de las sopas instantáneas, pero sí nocivas a la salud siempre que se consuman de forma habitual.

En conclusión, cierra Contreras, la sopa instantánea es un alimento con baja calidad nutricional. Si lo consumimos una vez cada seis mes no habrá ningún problema; si solemos comerlo en nuestra alimentación como rutina puede traer consecuencias negativas a la salud, en conjunto con otros factores de estilo de vida.

 

 

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