Varias veces me han preguntado si tengo un restaurante porque seguido comento de recetas que hago o de lugares que disfruto en compañía de un ser querido ya sean familiares o amigos. El tema es simple ¡Me encanta cocinar! Y claro disfrutar de una buena comida por muy sencilla o elaborada que sea. Aprendí desde muy chico en casa cuando mi papá cocinaba y también mi mamá. Ambos trabajaban largas jornadas, pero siempre nos procuraban para comer bien. Además aprendí de Flor, mi abuela paterna que cuando la visitaba en Tabasco me permitía meterme a la cocina y ver que cocinaba. Siempre fui muy curioso y quería aprender. Y es que el olor cuando cocinas es maravilloso. Varias veces me quemé, si lo acepto pero otras tantas aprendí de ingredientes, sabores, olores y formas de cocinar. En ese sentido he tenido la bendición de poder conocer amigos y amigas chefs, cocineros que también me han compartido recetas, me dan consejos y me han enseñado técnicas que aplico a la hora de cocinar.
Hace unos días mi primo Leonardo de Monterrey me comentó que debía hacer un blog de comida… le escribí que luego. También otra amiga, Graciela me dijo que quería la receta de un pollito marinado en leche que hace unos días hice. Y no han sido los únicos. Como tengo mi propio portal de noticias decidí compartir algunas de las recetas que hago. Todas son producto de una investigación previa. Cocinar no empieza en el momento que vas a la cocina, no. Nada más alejado de eso. Cocinar lleva un momento de preparación previo, investigación, selección de ingredientes, desde el momento en que vas al mercado o al súper, todo ese proceso cuenta y es importante. No menos importante es el «mood»…. sí. Para mi el ánimo personal es básico. Cocino por gusto. Nunca por obligación.
Y les diré que cocino para mi, para mis seres queridos y amigos. Cocino por placer y porque me gusta. Cocino con música y ahora mismo que estoy haciendo una sopa de jitomates asados, estoy escuchando a la cantante africana Elida Almeida ¿La has escuchado? Si no búscala y pon Bersu d´Oru y vayámonos a cocinar. Finalmente recuerda que en la cocina como en la vida nunca hay receta fijas, si no tienes un ingrediente lo puedes sustituir o cambiar. La cocina es como la vida. Hay que disfrutarla, saborearla y dejar que nos sorprenda.
Sopita de jitomates horneados con trocitos de queso de cabra
Lo básico: los ingredientes
Para cuatro personas
1 kilo de jitomates maduros (tomates rojos)
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
750 ml de caldo de verduras o de pollo
1 cucharadita de tomillo o sino tienes entonces hierbas de olor (albahaca, orégano, romero)
1 cucharadita de pimentón dulce o picante muy utilizado en la cocina española (al gusto)
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Queso de cabra
Y ahora .. ¿Cómo le hacemos? Ahí va la preparación
1. Precalentar el horno a 200 grados.
2. Cortar los jitomates en rodajas gruesas y distribuirlos en una bandeja de horno ligeramente aceitada. Aquí hay que ponerles sal y pimienta al gusto. Y espolvorear el tomillo o las hierbas de olor y asarlos aproximadamente una hora, o hasta que esten bien hechos y hayan reducido de tamaño. Nota importante. A la mitad del proceso de horneado, añadir los ajos y la media cebolla.
3. Ya horneados hay que colocar los jitomates a una cazuela o una olla. Añadir ajos asados (pelados evidentemente) y la cebolla. ¡Aquí hay de dos sopas! O los licuas y pasas a la olla de nuevo -si te gusta fina la sopa puedes colarla en especial si no te gusta la piel del tomate- o como yo personalmente prefiero, machacas o aplastas con el pasapurés y luego lo pones a cocinar para lograr una consistencia más rústica.
4. Colocarlos en la olla y ahí corregir de sal, agregar el pimentón, medio litro de caldo, y ponerlo al fuego hasta que hierva. No olvides añadir más caldo si ha quedado espesa porque la sopa aunque de consistencia rústica debe estar ligera.
5. Desmoronar el queso de cabra y colocar un poco en medio de la sopa. También puedes usar pan tostado o en crotones o bien un poco de albahaca picada encima.
¡Listo! A disfrutar y compartir. Si te gusta la receta compártela o coméntala. Nos leemos pronto.