La frase de que «Somos polvo de estrellas» está atribuida al astrónomo Estadounidense Harlow Shapley cuando en 1929 dijo «We organic beings who call ourselves humns are made of the same stuff as the stars» («Nosotros, los seres orgánicos que nos llamamos seres humanos estamos hechos de la misma materia que las estrellas») y popularizada por el famoso presentador del documental «Cosmos», Carl Sagan, la frase remonta el origen de la vida al contexto que hizo posible que surgiera.

Los hallazgos se suman a la evidencia que comprueba que los componentes básicos para la generación de la vida se originaron en el espacio y llegaron a la Tierra a partir de meteoritos. El nuevo hallazgo de la misión aeroespacial Japonesa Hayabusa2 parece confirmar que, efectivamente, los humanos estamos hechos de polvo de estrellas.

El estudio de las muestras del asteroide Ryugu, recolectadas gracias a la misión Hayabusa2, reveló la presencia de compuestos orgánicos nitrogenados, entre ellos el uracilo que forma parte del ARN, la molécula esencial para generar y gestionar la vida. Además del uracilo, en el descubrimiento de la agencia espacial JAXA, dirigido por el profesor Yasuhiro Oba, en la Universidad de Hokkaido, también se encontró en el asteroide la vitamina B3 o niacina, elemento que junto con otros permite el metabolismo en los organismos vivos.

Los hallazgos de la investigación, publicados en la revista científica Nature Communications, se suman a la evidencia que comprueba que los componentes básicos e indispensables para la generación de la vida sea crearon en el espacio y llegaron a la Tierra a partir de meteoritos. “Los científicos han encontrado previamente nucleobases y vitaminas en ciertos meteoritos ricos en carbono, pero siempre existió la cuestión de la contaminación por exposición al medio ambiente de la Tierra”, explicó Oba para Europa Press. “Dado que la nave espacial Hayabusa2 recolectó dos muestras directamente del asteroide Ryugu y las entregó a la Tierra en cápsulas selladas, se puede descartar la contaminación”, precisó.

Para la extracción de estas moléculas, los investigadores sumergieron las partículas de Ryugu en agua caliente, para luego realizar un análisis con cromatografía líquida junto con espectrometría de masas de alta resolución. “Encontramos uracilo en las muestras en pequeñas cantidades, en el rango de 6 a 32 partes por mil millones (ppb), mientras que la vitamina B3 era más abundante, en el rango de 49 a 99 ppb”, explicó Oba a través de un comunicado.

Además de estas moléculas, detalló que también se detectaron ciertos aminoácidos, aminas y ácidos carboxílicos, los cuales se encuentran en las proteínas y el metabolismo, respectivamente. Previo a la última misión, Japón había lanzado en 2014 había lanzado por primera vez la sonda Hayabusa2, la cual también recolectó tierra de la superficie de Ryugu. Los científicos apuntan a que la diferencia en las concentraciones de ambas muestras se debe a la exposición a las condiciones extremas del espacio.

“El descubrimiento de uracilo en las muestras de Ryugu da fuerza a las teorías actuales sobre el origen de las nucleobases en la Tierra primitiva”, concluyó Oba para el cable informativo. De acuerdo con Oba, la misión OSIRIS-REx de la NASA, lanzada en septiembre de 2016, recolectará este año muestras del asteroide Bennu. Ya que se tengan las muestras, se realizará un estudio comparativo de la composición de ambos asteroides, el cual proporcionará más datos para desarrollar estas teorías.

Por Redaccion Digital

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