La pandemia de COVID-19 dejó al descubierto las carencias hospitalarias en el país. Poco antes, en Tabasco, un caso había prendido todas las alarmas en el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa, la aplicación del medicamento contaminado heparina sódica como en provocó la muerte oficialmente de ocho personas, 15 según las familias. Ahora opera como hospital COVID y las quejas continúan.
Nerio Escalante Cano, de 70 años de edad, ingresó el pasado 3 de febrero al Hospital Regional de Pemex, en Villahermosa, Tabasco, por una infección respiratoria aguda con sospecha de COVID-19. Aunque registraba falta de oxígeno en la sangre, no fue intubado, murió el 5 de febrero en la cama 214-b, esperando un respirador artificial.
En el expediente clínico se reportaba que don Nerio era un paciente grave que necesitaba “una mascarilla con bolsa de reservorio, pero que no se le pudo colocar porque estaban resguardadas en las oficinas del doctor José Luis Oramas”, dijo el actual jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital.
Hace un año, Oramas era director de ese hospital donde se registró la muerte de una veintena de pacientes de hemodiálisis por la aplicación de heparina sódica contaminada. Por este escándalo, Oramas fue destituido.
A un año de distancia en este hospital, convertido en Centro de Recepción para pacientes COVID-19, en el último mes han muerto pacientes por falta de equipo, desabasto de medicamentos y material de curación. Trabajadores del hospital que pertenecen a Petromex, han documentado estos hechos y el pasado 16 de febrero interpusieron una denuncia ante la CNDH.
Durante 20 días, Roger Armando Cámara Romero, de 62 años de edad, trabajador jubilado de Pemex, ocupó la cama 216-b del hospital. Murió el 9 de febrero. La familia se enteró de la muerte hasta un día después, sin conocer las circunstancias.
“En el acta de defunción dice que fue por neumonía, más COVID y problemas de hipertensión y diabetes”, dijo Perla Cámara, familiar paciente del Hospital Pemex, Villahermosa.
“Le pusieron un catéter central, comienza el paciente a desestabilizarse y deciden empezar a aplicarle el medicamento sin la placa. Comienza a desangrarse, no había plasma en el hospital”, agregó Fabiola Vidal, personal médico del Hospital Pemex, Villahermosa, Tabasco.
En el chat del personal médico del Hospital denuncian que no había loperamida para controlarle la diarrea ni tenían las placas de Rayos X, que necesitaban para colocarle el catéter.
Los equipos de rayos X, ultrasonido y tomografía se encuentran sin funcionar luego de que el hospital estuvo 2 meses cerrado tras las inundaciones de octubre pasado. El 11 de enero el hospital comenzó a recibir pacientes, sin que se terminaran los trabajos de remodelación y limpieza del edificio.
“Toda el agua que corre en las áreas de todo el hospital está contaminada, tenemos al lado un cuarto donde almacenan toda la basura de RPBI, fueron a parar al agua de esas cisternas”, concluyó Andrés González, trabajador de mantenimiento del Hospital Pemex. Fuente Noticieros Televisa