En Estados Unidos, una ola de calor extremo afecta a decenas de millones de estadunidenses desde este fin de semana, con temperaturas récord en el centro y noreste, así como un incendio forestal en California que se extiende de forma veloz y ya ha provocado el desalojo de decenas de residentes.

El denominado incendio Oak se declaró antier en el condado de Mariposa, cerca del Parque Nacional Yosemite y sus secuoyas gigantes, y ha quemado más de 2 mil 500 hectáreas, destruyó 10 propiedades y dañó otras cinco, de acuerdo con un boletín del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.

Varias carreteras fueron cortadas y se ordenó la evacuación de numerosas zonas, mientras el fuego, de extrema actividad y combatido por unos 400 bomberos, no estaba del todo controlado ayer, según la misma fuente.

La oficina del gobernador de California, Gavin Newsom, informó ayer que el estado obtuvo una subvención de asistencia para el manejo de incendios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias para proporcionar recursos a medida que responde al incendio que se mueve de forma rápida.

De acuerdo con el climatólogo de la Universidad de California Daniel Swain, las llamas se propagaron en casi todas direcciones, en un ambiente de alto combustible orgánico por la sequía extrema.

El oeste del país ya ha experimentado incendios forestales de excepcional magnitud e intensidad en los recientes años, una tendencia que los científicos atribuyen al calentamiento global.

Testigos publicaron imágenes en redes sociales de un enorme e impresionante torbellino de humo espeso que se elevaba desde la floresta, como un tornado, un peligroso fenómeno que puede alimentar el fuego. Este incendio es una de las consecuencias más dramáticas de la ola de elevada temperatura que golpea Estados Unidos.

El calor extremo continuará en el centro y se extenderá hacia el noreste, y se esperan récords en el termómetro en toda la región, anunció el Servicio Meteorológico de esa nación.

En esta coyuntura, se teme que aumente la amenaza de fenómenos meteorológicos violentos, como granizo, vientos y tornados en el norte del Medio Oeste, agregó.

El clima sofocante se sintió particularmente en la capital, Washington, donde se acercaban a la barra simbólica de 100 grados Fahrenheit (37 a 38 grados centígrados).

Nueva York no se salvó, con temperaturas cercanas a 35 grados. En Utah (oeste), Arizona (sur) y el noreste, se esperan 43 grados según el meteorológico.

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