Un pequeño poblado en el Ártico de Rusia vive una alerta insólita. Nada tiene que ver con las grandes nevadas ni el frío insufrible que castiga casi todo el año a Ryrkaypiy, en la región septentrional de Chukotka.
Sin embargo, todas las actividades públicas han sido canceladas y las escuelas han recibido personal extra para su protección. Y es que una manada de osos polares flacos y hambrientos que ha bajado hasta la aldea en busca de comida. El misterioso mensaje pintado sobre un oso polar en Rusia que alarma a los científicos.
De acuerdo con expertos en comportamiento animal, el motivo de llegada de la manada a zonas pobladas está directamente vinculado con la escasez de comida que sufren con motivo del cambio climático. Y es que el derretimiento de los hielos obliga a los osos a buscar comida en el pueblo en lugar de en el mar.
«El hielo marino se derrite antes este año y se vuelve a congelar más tarde. Por eso no pueden salir al hielo marino para cazar focas y acaban en las comunidades atraídos por el olor de la comida y la basura», le dijo a la BBC Rod Downie, experto polar del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Otros expertos rusos han sugerido, por su parte, que dado que las visitas de osos polares se han vuelto tan frecuentes en Ryrkaypiy, el poblado debería ser evacuado permanentemente.
«Yo, como científico, creo que [la aldea de Ryrkaypiy] no debería permanecer allí. Tratamos de controlar la situación, pero nadie querría pensar qué pasará allí en tres o cinco años», comentó a la agencia Tass Anatoly Kochnev, del Instituto de Problemas Biológicos del Norte.
¿Qué se sabe de los osos?
Tatyana Minenko, directora del programa de patrulla de osos de Ryrkaypiy, contó a la agencia Ria Novosti que al menos 56 osos polares habían llegado hasta la aldea. «Son osos adultos y jóvenes … hay hembras con cachorros de diferentes edades», dijo, a la vez que advirtió que todos parecían estar muy delgados.
Y es que si bien los osos polares normalmente viven en el cabo Schmidt, a solo 2,2 km de Ryrkaypiy, el área ha estado experimentando un clima inusualmente cálido. «Si el hielo fuera lo suficientemente fuerte, los osos, o al menos algunos de ellos, ya se habrían ido al mar, donde podrían cazar focas o liebres marinas», comenta Mikhail Stishov, del WWF.