En Quintana Roo, la isla Holbox, parte del área nacional protegida Yum Balam un sitio de gran belleza escénica, tiene desde hace varios días sus calles y caminos inundados, lo que implica un riesgo serio para la salud de la población. El aumento en el nivel del mar por la temporada de lluvias, la mala planeación urbana y el mal manejo de basura han llevado a este problema que enfrentan sus habitantes.

El investigador Jorge Herrera Silveira, del Departamento de Recursos del Mar del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav) quien durante quince años ha trabajado en la zona, explicó en entrevista que esta situación es resultado de fenómenos naturales del Golfo de México, es un periodo de mareas altas y además ha habido fuerte compactación del terreno; el nivel del suelo baja por las construcciones inmobiliarias y el paso de vehículos debido a que el suelo es arenoso.

«Esto es lo que se vivirá con el cambio climático, el aumento del nivel del mar, huracanes y tormentas y además por no tener la protección que se tenía de manglares, dunas y playas». Agregó que a esto se suma que hay problemas de calidad del agua, debido a que no existen plantas de tratamiento de aguas residuales, «en la región 90 por ciento del agua de las casas se va a pozas sépticas con fondos de absorción, todo eso llegará al mar. Es el riesgo que corre la zona costera y los cuerpos de agua».

Señaló que el peor riesgo son las enfermedades, por lo que planteó que la solución es conservar y restaurar manglares, ordenar el crecimiento y un reglamento de construcción, porque no se puede seguir haciendo de una manera tradicional, hay que hacerlo con palafitos, y tampoco encima de las dunas.

Destacó que la generación de basura es un problema, hubo un programa de llevarla al continente, y hay otros proyectos, pero se necesita dinero. «Las empresas Coca Cola y Bimbo generan el plástico. La producen los turistas y los que viven en Holbox. Todos tienen que pagar por eso, debe pagar más quien más produce, usa y consume». Consideró que los hoteles deben cobrar un impuesto de basura y además está el problema de que la isla tiene mucho turismo, se debe establecer un límite de capacidad de carga, expuso.

Propuso, entre otras medidas, un programa de conservación de los espacios naturales que aún existen en buenas condiciones para que se mantengan; restauración de los ecosistemas vulnerables (pastos marinos, playas, dunas y manglares), con prioridad a los más cercanos a las áreas de mayor y menor densidad de población que permita reducir su vulnerabilidad y nivel de riesgo. Con Información de La Jornada.

 

Por Jorge A. Leyva

Periodista. Licenciado en Comunicación. Columnista en Agenda Setting Diario. Comentarista de política en radio. Journalist. Fan del Café Necesario Marketing Político y Social Media Publicidad: [email protected]

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