La Navidad es una de las épocas favoritas de millones de personas; sin embargo, otra parte de la población en el mundo es antipática a la época; comúnmente se les dice que son ‘Grinchs’; seguramente has escuchado esta palabra al menos una vez. El ‘Grinch’ es un personaje ficticio que se atañe a la publicación de una historia escrita por Theodor Seuss Geisel, mejor conocido como Dr. Seuss, que está relacionada con las fiestas decembrinas, aunque no es la más amigable; de ahí que se le relacione con las personas apáticas de la Navidad.

El martes 19 de diciembre de 2023, en un vecindario de Virginia Beach, estado de Virginia, las cámaras de seguridad de una casa lograron captar a un Grinch en plena acción. La repentina aparición de un hombre con el rostro cubierto por un pañuelo verde en el porche de una casa causó enorme consternación un Grinch de la vida real.

En un video difundido por WAVY, un sitio web de noticias de la localidad de Hampton Roads, aparece el Grinch robándose un paquete del buzón y dos más de la puerta de Mark Clifton, un residente del lugar. Eran regalos de Navidad para sus hijos algo similar le ocurrió a otra vecina, Sara Bailey, a un par de cuadras de distancia alguien, posiblemente el mismo Grinch, se llevó en cosa de minutos los paquetes que los repartidores de Amazon o el correo postal dejaron a las puertas de su residencia.

“Es muy frustrante porque no recibimos muchos paquetes de mi familia que está fuera del estado», dijo Bailey a WAVY. “Se suponía que era un regalo para mis hijos”.

El ser que odia la Navidad

“Durante cincuenta y tres años, la Navidad no me ha traído más que miseria sé exactamente qué hacer me convierto en Santa Claus para robarles la Navidad si él pudo entregarla una noche, entonces yo puedo robarla”. Así se expresaba el Grinch el personaje, no el ladrón de Virginia Beach en el libro infantil How the Grinch Stole Christmas! (Cómo el Grinch se robó la Navidad) del autor Dr. Seuss, publicado en 1957.

El Grinch es una criatura de color verde y humor sombrío y resentido, que vive con su perro Max en una montaña sobre el pueblo de Whoville. Odia la Navidad y está decidido a arruinar la festividad de los Who, conocidos por su espíritu jovial y la alegría con que celebran la temporada su plan es simple: robar todas las decoraciones y regalos navideños de las casas de los Who la noche antes de la Navidad.

Para lograrlo, se disfraza nada menos que de Santa Claus, uno de los símbolos por excelencia de la Navidad. Luego, vendrá la redención y la transformación de este cínico personaje cuando finalmente logra entender y abrazar el verdadero significado de la Navidad.

Grinchs dondequiera que veas

Más allá del personaje y de la moraleja de la historia, la palabra “grinch” quedó grabada en el inconsciente colectivo como un sustantivo que sirve para designar a una persona gruñona, amargada, que estropea el placer de los demás y que detesta, en particular, la Navidad.

Acá debo confesar que, a veces, tengo mi fase Grinch en lo que respecta a la festividad navideña y ni remotamente soy el único. En este mundo hay más Grinchs de lo cabe imaginar una encuesta reciente reflejó que al 10 por ciento de los Estadounidenses no les gusta la Navidad (de ese grupo, alrededor del 5 por ciento dijo que la odia) hablamos, pues, de más de 33 millones de Grinchs.

Las razones por las cuales una persona no disfruta de la Navidad son variadas y dependen de mucho factores. El más obvio es el financiero es decir, la presión consumista que se ha apropiado del espíritu de la Navidad, una fecha que originalmente conmemora el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios, y acabó convertida en una vorágine de compras de regalos, ropa nueva y objetos innecesario, una orgía comercial, una muy estresante expedición por malls y tiendas por departamento abarrotadas de otros miles de compradores.

Si alguna canción se apropia tenaz e incansablemente de las emisoras de radio, los programas de televisión y, sobre todo, los altoparlantes de los centros comerciales y las tiendas por departamento durante la temporada navideña, ésa es “All I Want for Christmas Is You” de la cantante Mariah Carey.

Aunque el gasto total de los Estadounidenses durante la temporada navideña supera los 800 mil millones de dólares, se estima que sólo el 35 por ciento de las personas disfrutan realmente comprando regalos.  Según datos de la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos, cada Estadounidense gasta en promedio 866 dólares en la temporada navideña y el gasto total del país durante la Navidad supera los 800 mil millones de dólares, que incluye gastos en regalos, comidas, decoraciones, artículos relaciones con la festividad y otros.

Sirvan dos datos estadísticos para ilustrar la idea: por un lado, un estudio realizado en 2019 reveló que sólo el 35 por ciento de las personas disfrutan realmente comprando regalos; por el otro, se calcula que el 25 por ciento de los Estadounidense tienen que trabajar en la Navidad, lo cual no contribuye demasiado con el espíritu de alegría propio de la fecha.

Dos larguísimos meses

Luego está lo que llamaríamos “la prolongada alegría forzada” de la Navidad año tras año, al menos en Estados Unidos, la temporada navideña comienza cada vez más temprano, prácticamente antes de la celebración de Halloween a finales de octubre y con la exhibición de todos los cliché ya conocidos.

En efecto, son dos meses de publicidad, de tiendas decoradas con motivos de nieve y bastones de colores, de imágenes de Santa Claus con sus renos y sus mofletes rosados; del propio Grinch, del pino con sus luces y bambalinas, de las fiestas en las empresas y, lo peor, de la omnisciente canción de Mariah Carey “All I Want for Christmas Is You”.

A su vez, según un estudio de la American Psychiatric Association, uno de los aspectos de la Navidad que producen mayor ansiedad es la virtual inevitabilidad de terminar rodeado de familiares con los que no te llevas bien o de gente que no conoces en la Nochebuena. Es curioso esto, dado que desde niños nos han dicho que la Navidad es un momento de regocijo y unión familiar.

Pero, las diferencias políticas, los conflictos entre hermanos o con los suegros, los recuerdos tristes por la pérdida de algún ser querido y otros factores pueden arruinar una hermosa celebración de Navidad. Además, la Navidad tiene lugar durante la estación que es considerada la más triste del año: el invierno.

El “winter blues”, la «depresión blanca» o más técnicamente, trastorno afectivo estacional, es un tipo de depresión que afecta a muchas personas durante el invierno, cuando no hay suficiente luz solar y la Navidad está en todas partes. El llamado “winter blues”, conocido en español como «depresión blanca» o, más técnicamente, trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés), es un tipo de depresión que ocurre cuando no hay suficiente luz solar esto ocurre, obviamente, en el invierno cuando la duración del día se reduce considerablemente al punto de que, en algunas regiones puede durar apenas ocho horas.

Una persona con SAD puede sentir mayor irritabilidad, falta de energía, ansiedad, sensación de aislamiento o soledad, o dificultades para comer. Se calcula que el 25 por ciento de las personas experimentan algún nivel de tristeza invernal, de leve a grave, en los días de la Navidad como se ve, no es fácil sobrevivir a esta temporada aun así, propongo que pongamos de lado el pequeño Grinch que llevamos por dentro y disfrutemos de estas festividades hasta donde se pueda. ¡Feliz Navidad a todos!

Por Redaccion Digital

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