Ciudades de todo el mundo apagaron sus luces este sábado 27 de marzo con motivo de la Hora del Planeta, que este año pone de relieve la relación entre la destrucción de la naturaleza y los crecientes brotes de enfermedades como el COVID-19.

En Londres, el Parlamento, la noria del London Eye, el rascacielos Shard y los carteles de Piccadilly Circus fueron algunos de los lugares que se sumaron a la iniciativa y se quedaron a oscuras.

«Es fantástico que el Parlamento forme parte una vez más de la Hora del Planeta junto a otras referencias en el país y en el mundo para sensibilizar por el cambio climático», dijo Lindsay Hoyle, presidente de la Cámara de los Comunes.

Asimismo, en París, los tres pisos de la Torre Eiffel fueron apagándose sucesivamente, aunque hubo poca gente que pudo presenciarlo en directo, debido al toque de queda que rige en la ciudad.

En Roma, el famoso Coliseo quedó en la penumbra, mientras la policía efectuaba un control a un pequeño grupo de espectadores que no había respetado las restricciones sanitarias anticovid.

Mientras, en España, casi medio centenar de ayuntamientos, 124 empresas, 224 organizaciones y un elevado número de ciudadanos se han sumaron a la iniciativa, y los lugares emblemáticos del país volvieron a quedar a oscuras para adherirse a la mayor campaña de concienciación medioambiental del mundo.

Otros lugares emblemáticos de Europa participaron en la propuesta, como la Puerta de Brandenburgo en Berlín y la plaza Roja de Moscú.

Horas antes, en Hong Kong, los habitantes vieron desde los miradores de la ciudad cómo se atenuaban las luces de los rascacielos, mientras que en la capital surcoreana, Seúl, la histórica puerta de Namdaemun se oscureció. Y la célebre Ópera de Sídney también quedó a oscuras.

El evento anual llama a la acción sobre el cambio climático y el medio ambiente, y este año los organizadores afirmaron que querían destacar la relación entre la destrucción del mundo natural y la creciente incidencia de enfermedades, como el COVID-19, que pasan de los animales a los humanos.

Los expertos creen que la actividad humana, como la deforestación generalizada, la destrucción de los hábitats de los animales y el cambio climático, están estimulando este aumento y advierten que podrían producirse más pandemias si no se toman medidas para detenerlo. Fuente DW

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