La historia de la cerveza es tan antigua como la de nuestra civilización. La cerveza es la bebida alcohólica fermentada a partir de cereal. Hoy casi siempre malta de cebada aunque, a lo largo de la historia, cualquier grano ha servido como ingrediente: centeno, avena, espelta, mijo, sorgo.

Tradicionalmente el consumo de cerveza ha sido recreativo, pero en los últimos años, científicos y expertos nacionales e internacionales se han dedicado a investigar los usos alternativos de la cerveza y sus ingredientes, sobre todo en temas relacionados a la salud humana; pues podría traer beneficios con el consumo moderado y responsable.

Este 4 de agosto es el Día Internacional de la Cerveza y ¿Sabías que en la elaboración de esta bebida se han empleado tradicionalmente ingredientes de origen animal? Aunque está formada normalmente por cebada, agua, lúpulo y levadura, hay otros elementos y procesos que se han incorporado a su fabricación.

Desde hace aproximadamente siete mil años, la cerveza se ha posicionado como una de las bebidas preferidas en el mundo. Se cree que su origen data del año cuatro mil a.C en Mesopotamia y aunque algunos datos apuntan que surgió de manera accidental.

El consumo per cápita anual de cerveza en México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es de 68 litros, lo que significa que cada mexicano consume alrededor de 1.3 litros de cerveza a la semana.

Las artesanales

Cuando algunas personas hablan de cerveza artesanal no se refieren a que sea más clara, sino que sea menos turbia, lo que significa que no existan sedimentos durante la fermentación.

Otro elemento empleado para acelerar el proceso de eliminación de sedimentos son gelatinas que vienen de huesos, tendones y ligamentos de cerdos y vacas. Incluso algunas cervezas llevan claras de huevos o conchas, o emplean glicerol animal, pepsina del estómago o lactosa.

Beneficios

Es un alimento bajo en grasa y nutritivo ya que contiene carbohidratos, vitaminas del grupo B y minerales.

Tiene calcio, potasio, magnesio, vitamina B9 y fósforo, por lo que previene la aparición del colesterol, diabetes y enfermedades renales.

Es rica en antioxidantes y vitamina B6, bueno para evitar enfermedades cardiovasculares. Disminuye el riesgo de ataques al corazón.

En las mujeres, la cerveza puede retrasar la aparición de los síntomas de la menopausia, por su contenido en silicio y fitoestrógenos. Además mejora la salud ósea previniendo la osteoporosis.

Mejora el sistema inmunológico, especialmente en las mujeres, al mejorar la respuesta inmune ante determinados microorganismos.

Protección frente a enfermedades como el Alzheimer y otras enfermedades cognitivas, por su contenido en silicio.

Prolonga la vida, por sus propiedades antioxidantes, evitando el envejecimiento de las células.

Recuperación para deportistas, favoreciendo la hidratación y que la recuperación sea más rápida. Un vaso de cerveza después de una buena sesión de running tiene muchos beneficios físicos y psicológicos.

La cerveza sin alcohol es beneficiosa para las mujeres embarazadas por su alto contenido en ácido fólico.
Ayuda a mejorar las relaciones sociales, ya que la cerveza se suele consumir en compañía de amigos.

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