Es probable que no hayas oído hablar de los «alimentos azules», pero el término sirve para referirse a un grupo de productos comestibles que seguro alguna vez has probado. Tal como explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), los alimentos azules (también llamados alimentos acuáticos) están más presentes en la dieta diaria de la gente de lo que imaginas, ya que «engloban un grupo diverso de animales, plantas y microorganismos de agua dulce o salada».

En otras palabras, los alimentos azules son pescados, algas, crustáceos, moluscos y todo tipo de productos «derivados de animales acuáticos, algas o plantas capturados o cultivados en entornos marinos o de agua dulce», detalla Blue Food Assessment (BFA, una plataforma internacional de artículos científicos que reúne a más de 100 científicos y 25 instituciones).

¿Cuáles son los beneficios de los alimentos azules?

Los alimentos azules contribuyen a un mayor equilibrio del medio ambiente y favorecen la salud y el bienestar de las personas. Esto se debe a que pueden desempeñar un papel fundamental en la transición hacia sistemas alimentarios más sanos y ecológicos la explicación proviene del artículo ¿Qué son los alimentos acuáticos o «azules» y por qué son importantes para la salud y el cambio climático?, publicado en el sitio web de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Blue Food Assessment completa la información con un artículo publicado en la revista Nature titulado Four ways blue food can help achieve the ambitions of the food system in all countries (Cuatro formas en que la comida azul puede ayudar a alcanzar las ambiciones del sistema alimentario en todos los países). En ese texto explica cómo los alimentos azules producen menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y tienen menos impacto en la tierra y el agua que los alimentos procedentes de la ganadería (u otros animales de abasto).

Además, generan una baja huella ambiental para el medio ambiente, añade el artículo de Nature. De acuerdo con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, la huella ambiental es un indicador de cuántas sustancias se emiten y cuántos recursos se consumen en el ciclo de vida de un producto, proceso o actividad especies como el salmón aportan ácidos grasos, como por ejemplo omega-3, que es importante para la salud humana en la imagen se observan filetes ahumados en una parrilla.

¿Por qué comer alimentos azules?

Los alimentos azules o acuáticos “son importantes para una dieta sana y equilibrada», señala la FAO. Consumidos incluso en pequeñas cantidades, contienen aminoácidos esenciales, proteínas de calidad, vitaminas y ácidos grasos como el omega-3″. La organización explica que, como el cuerpo humano no produce omega-3, debe obtenerlo de los alimentos.

Es en este sentido que los alimentos azules, especialmente pescados como el salmón, las sardinas y el atún, por ejemplo, pueden priorizarse como fuentes de omega-3. Como añade la organización internacional, no solo se pueden tratar estas carencias, sino que, comiendo animales acuáticos con frecuencia, también se reducen las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, la enfermedad de Alzheimer y depresión.

¿Cuáles son los impactos negativos de la sobreexplotación de alimentos acuáticos?

Ante el crecimiento de la población mundial, la demanda de estos productos es mayor en los últimos 50 años el consumo se duplicó, lo que generó un gran impacto en los ecosistemas marinos debido a la pesca y acuicultura insostenible, dos prácticas que agotan el océano de peces y especies alimentarias acuáticas, según un artículo publicado en la web del Foro Económico Mundial.

Más del 34 % de las poblaciones de peces se encuentran sobreexplotadas además, se pierden o desperdician entre un 30 % y un 35 % de los ejemplares capturados, agrega el artículo del Foro Económico Mundial. “Esto es insostenible, ineficiente y contribuye al hecho de que el 8 % del total de las emisiones globales de GEI provienen de la pérdida y el desperdicio de alimentos”.

No obstante, continúa la fuente, existen formas de construir la sostenibilidad de los alimentos azules. La BFA aclara que, para mejorar su desempeño ambiental, es preciso optimizar la práctica y la gestión pesquera además, la investigación y el desarrollo también contribuirán a mejorar las prácticas y reducir las presiones ambientales, concluye la plataforma internacional.

Con información de National Geographic

 

Por Redaccion Digital

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