Este domingo el agua del mar volvió a inundar parte de la ciudad de Venecia. Pasadas las 11.00 hora local (10.00 GMT), el nivel del agua había alcanzado los 130 centímetros, inundando por completo la emblemática plaza de San Marcos, y desde el ayuntamiento recomendaron la máxima cautela durante las próximas horas.
La previsión es que la marea aumente en 155 o 160 centímetros, una situación que se verá agravada por la presencia del viento de siroco en el Adriático. El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, cree que esta nueva inundación no será tan grave como la de la noche del pasado martes 12 de noviembre, con un aumento de 187 centímetros, el mayor en más de medio siglo, y que provocó cuantiosos daños y un muerto.
El regidor señaló en sus redes sociales que hay un operativo de seguridad activo para hacer frente a posibles emergencias. Por precaución, todos los museos municipales de Venecia estarán cerrados durante toda la jornada, a excepción del Museo Correr, dedicado a la historia de la ciudad y situado en la plaza de San Marcos.
En las calles algunos negocios permanecen cerrados pero los que han decidido abrir sus puertas lo hacen con protecciones de metal y de madera para impedir que el agua lo empape todo, según muestran los medios locales.
El Gobierno italiano decretó el estado de emergencia en Venecia tras la inundación del pasado martes 12 de noviembre, ya considerada histórica, y aprobó destinar veinte millones de euros para una primera ayuda, con indemnizaciones de cinco mil euros a los vecinos damnificados y hasta veinte mil para los comerciantes. Se calcula que los desperfectos sufridos por el agua aquella noche ascienden a los mil millones de euros.