Las personas deben tener a su disponibilidad toda la información sobre las vacunas para protegerse del COVID-19 y tener la libertad de tomar una decisión sobre inmunizarse o no, a menos que se encuentren en circunstancias muy específicas, aseguraron tres expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Tenemos que convencer y persuadir a las personas y hablar con ellos sobre esto. Hay circunstancias específicas en que los Gobiernos tendrán que exigir estos requisitos de las vacunas, pero todos los que trabajamos en salud pública quisiéramos evitar que esto se convierta en un medio general para lograr que la gente se inmunice. Estaremos mucho mejor presentándole a las personas los datos, los beneficios y dejar que ellos decidan por sí mismos”, aseguró el director de emergencias, Michael Ryan, durante la conferencia bisemanal de la OMS.
Ryan agregó que sin embargo es necesario tener en cuenta que habrá ciertas circunstancias en donde la “única decisión correcta es vacunarse”. La doctora Katherine O’Brien explicó que se trata de el caso de algunos trabajadores de salud.
“Puede ser que haya algunos países o situaciones en países donde haya circunstancias profesionales donde sea requerida la vacuna, o sea altamente recomendada. Nos podemos imaginar ciertas profesiones en hospitales como los técnicos respiratorios, y los médicos y enfermeras en unidades de cuidados intensivos donde habrá una recomendación muy clara de que se vacunen para proteger a los trabajadores y a los pacientes.
Promover campañas de información
O’Brien dijo que en algunos países con las vacunas pediátricas obligatorias en el contexto escolar se ha tenido éxito en garantizar la cobertura extensa de inmunización para los niños, pero en este caso las vacunas COVID-19 serán para los adultos.
“Consideramos que es mejor alentar y facilitar las vacunaciones sin que sean obligatorias”, dijo.
“No tenemos experiencia hasta ahora en el caso de los adultos, pero creemos que es mucho mejor trabajar con campañas de información, para hacer accesible la vacuna para aquellos grupos prioritarios que deben ser vacunados primero, ya que no tenemos suficientes para vacunar a toda la población”, explicó la también doctora Mariangela Simao, directora adjunta sobre Acceso a Medicinas, Vacunas y Fármacos de la Organización.
Simao recalcó que las regulaciones dependerán de cada país, pero que la posición de la OMS es que la estrategia de informar al público es la que funciona mejor.
O’Brien puso como ejemplo la vacuna de la fiebre amarilla, que es un requisito para viajar internacionalmente a ciertos países: “pero esto no es obligatorio, es un requisito para un viaje específico”, aclaró.
Michael Ryan dijo que también era necesario que cada persona se cuestione sobre la responsabilidad individual versus los requerimientos de la ley.
“Lo que como individuos podemos hacer para protegernos a nosotros mismos y a las personas a nuestro alrededor. Si vivo solo en una isla desierta probablemente no necesite la vacuna, no lo sé, pero si voy a visitar a mi abuela en un hogar de ancianos, ¿sería responsable de mi parte ir allá donde hay muchas personas mayores sin estar vacunado? Tenemos que hacernos esas preguntas, cuando lo hacemos aparecen las respuestas correctas, y evitamos preguntas sobre la ley y una naturaleza obligatoria de las vacunas”, recalcó el director de emergencias.
Ryan afirmó que él y sus colegas coinciden en que la gran mayoría de las personas en el mundo quieren la vacuna, que se trata de una potencial victoria de salud mundial.
“La gente está exigiendo estas vacunas. La gente las quiere distribuidas de manera cuidadosa y segura y todos en la OMS estamos trabajando muy duro para que eso suceda alrededor del mundo y para darle a las personas las garantías necesarias”, explicó.
El experto resaltó que la historia de las vacunas es una historia de buenas noticias, es la victoria de los humanos contra un enemigo microbio.
“Tenemos que incluir a las personas en este camino, pero no deberíamos necesariamente concentrarnos en los aspectos negativos”, añadió