La escritora y cieneasta Tsitsi Dangarembga recibió este domingo 24 de octubre el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes en la Paulskirche de Frankfurt. La mujer, nacida en Zimbabue hace 62 años, combina una narración única con una visión universal en su trabajo artístico, dijo Karin Schmidt-Friderichs, directora de la Asociación Alemana de Libreros.
Dangarembga es «no solo una de las artistas más importantes de su país, sino también una voz africana que se escucha con fuerza en la literatura contemporánea». El premio de la paz está dotado con 25.000 euros y la ceremonia de entrega se retransmitió en directo.
En su trilogía de novelas, Dangarembga sigue a una mujer adolescente para describir la lucha por el derecho a una vida digna y la autodeterminación femenina en Zimbabue, explicó Schmidt-Friderichs. La psicóloga de formación muestra conflictos sociales y morales, «que van mucho más allá del contexto regional y abren espacios de resonancia para cuestiones globales de justicia».
En sus películas aborda también problemas que surgen del choque de tradición y modernidad. El discurso de agradecimiento, lo dio Auma Obama, medio hermana del expresidente estadounidense y amiga de Dangarembga. Es «la voz de los que no tienen voz», dijo.
Polémica presencia de editoriales ultraderechistas
El debate sobre las limitaciones a la libertad de expresión protagonizó este año la Feria del Libro de Frankfurt. Inicialmente, Jasmina Kuhnke («Black Heart») había cancelado su aparición en la feria debido a la presencia de la editorial derechista Junge Europa-Verlag. Y otros autores imitaron su decisión. El debate, llegó también hasta la entrega del premio hoy.
«Creo que es muy negativo, y me preocupa, cuando leo que hay escritoras que tienen miedo a venir a Frankfurt porque podrían encontrarse con editores y escritores de ultraderecha aquí», dijo el alcalde de la ciudad, el socialdemócrata Peter Feldmann, durante su discurso en la Paulskirche.
«Saben que todos defendemos la libertad de expresión como un bien superior», dijo. Pero «la dignidad humana es el mayor mandamiento de nuestra constitución». El año que viene, todos estos autores deberían sentirse seguros al asistir a la feria del libro. En Frankfurt hay lugar para personas de 180 países, pero no hay lugar para la xenofobia u otras formas de discriminación. El político fue interrumpido repentinamente por Mirrianne Mahn, concejala de Los Verdes en Frankfurt, quien subió al escenario sin estar previsto.
Encendido debate en la cuna de la democracia alemana
«La paradoja es que aquí, en Paulskirche, la cuna de la democracia alemana [fue el primer parlamento, equivalente al ‘juego de pelota’ durante la Revolución Francesa], le damos el premio de la paz a una mujer negra, pero las mujeres negras no han sido bienvenidas en esta feria del libro», dijo Mahn. «Y claramente digo ‘no fueron bienvenidas’ porque no se les hizo sentir seguras. Eso no es libertad de expresión», concluyó.
El premio de la paz se otorga desde 1950. Según el estatuto, debe honrar a una personalidad «que haya hecho una contribución destacada a la realización de la idea de la paz, principalmente a través de su trabajo en los campos de la literatura, la ciencia y el arte». El año pasado lo recibió el economista y filósofo indio Amartya Sen, padre de los microcréditos. Con información de DW