En Francia, el Sindicato Brasseurs informó que ante la falta de puntos para distribuir la cerveza, como resultado del aislamiento domiciliario y cierre de negocios por el Covid-19, se desecharán 10 millones de litros de cerveza almacenada en fábricas, principalmente de barril.
Además alertaron que 70% de las cervecerías ha perdido más del 50% de su facturación, por lo que pidieron al gobierno un plan para incentivar el turismo, “para evitar la pérdida de miles de empleos, directos e indirectos” de este sector.
Maxime Costilhes, gerente general de dicho sindicato, dijo que la razón principal de esta destrucción es porque, a diferencia de las cervezas clásicas, después de tres meses de conservación pierden su efecto olfativo y gustativo.
Al respecto, destacó que actualmente el sector está “muy endeudado”, ya que se invirtieron 241 millones de euros en la producción de 2019, con la cual esperaban ganancias de 4,000 millones de euros.
A través de una consulta a casi 300 empresas (que representan el 98% de todo el mercado francés), el sindicato corroboro el impacto de la crisis sanitaria en la industria cervecera del país, destacando que una de cada cuatro cervecerías “está completamente cerrada”.
Asimismo, este instrumento arrojó que el 40% de la industria ha tenido una disminución de al menos 60% en su producción porque aún no han podido vender la producción más reciente, la cual ha dejado una acumulación que podría durar hasta la siguiente temporada.