El sismo de magnitud 7.1 que sacudió anoche el sur de California abrió grietas en edificios, desató incendios, dañó caminos y provocó heridas leves a varias personas. Los sismólogos advierten que podría haber fuertes réplicas durante los próximos días, incluso semanas.
Anteriormente jueves se había sentido uno de magnitud 6.4, el sismo de anoche fue ha sido el más fuerte registrado en el sur de California en los últimos 20 años y tuvo varias réplicas, algunas de las cuales superaron la magnitud
Existe una probabilidad de uno en 10 de un nuevo sismo de magnitud 7 la próxima semana, dijo la sismóloga Lucy Jones, del California Institute of Technology. La probabilidad de un temblor de magnitud 5 “es una certeza inminente”, añadió. Podría haber réplicas del nuevo sismo principal durante años, dijo Jones.
Sin embargo, el temblor difícilmente afectará líneas de falla fuera de la zona, dijo, y destacó que la gigantesca falla de San Andreas es muy distante. El temblor, que se produjo a las 20.19 hora local (0300 GMT), tuvo su centro a 18 kilómetros de Ridgecrest, la misma zona donde se produjo el temblor anterior.
El gobernador Gavin Newsom activó el centro de operaciones de la Oficina de Servicios de Emergencia estatal “al máximo nivel” y dijo que pidió al presidente Donald Trump que emita una declaración de emergencia para que el estado pueda recibir ayuda federal.
Ridgecrest y la zona circundante, que apenas se recuperaban del temblor anterior, recibieron la mayor cantidad de daños. Un apagón afectó a miles de personas, y se informó de edificios agrietados.
Hay reportes significativos de incendios en estructuras, debido principalmente a filtraciones de gas en toda la ciudad”, y al amanecer podrían aparecer daños aún mayores, dijo Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Servicios de Emergencia. En cuanto a víctimas, solo se registraron heridas menores, dijo el jefe de policía Jed McLaughlin.