La empresa de transporte aeroespacial SpaceX lanzó al espacio desde Cabo Cañaveral, en Florida, una nueva tanda de 60 satélites de su proyecto Starlink, con el que busca crear su propia red de Internet de alta velocidad a nivel global.
Inicialmente, el lanzamiento estaba previsto para el pasado domingo, pero se tuvo que posponer por problemas técnicos. Este miércoles la misión espacial comenzó sin problemas aunque posteriormente el dueño de la compañía espacial, Elon Musk, reconoció que durante el vuelo uno de los nueve motores del Falcon 9 falló, lo que no impidió que se realizara con éxito el despliegue de los satélites.
«Se ha apagado antes de tiempo uno de los motores durante el ascenso, pero no ha afectado a la inserción en la órbita. ¡Esto demuestra el valor de tener nueve motores! Necesitaremos seguir investigando antes de la siguiente misión», indicó el magnate sudafricano y estadounidense en su cuenta de Twitter.
El objetivo de SpaceX, empresa propiedad de Elon Musk, propietario también de la empresa de vehículos eléctricos Tesla, es crear una constelación de satélites que brinden internet a velocidades parecidas a las de la banda ancha a todo el planeta.
La empresa aeropespacial ya había lanzado 300 satélites en cuatro lanzamientos previos y tiene como objetivo crear una red de 12 mil satélites Starlink para ofrecer cobertura global y llegar así a regiones remotas.
En una primera fase, la empresa espera poder dar servicio al norte de Estados Unidos y Canadá este mismo año, para llegar en 2021 a casi todas las regiones pobladas. Los satélites de este programa orbitan a 550 kilómetros de altitud, una distancia mucho menor que los satélites que ofrecen en estos momentos este servicio, lo que conlleva una velocidad de conexión más baja que la prevista por Starlink.
El empresario calcula que el negocio de internet puede generarles ingresos de 30 mil millones de dólares anuales, lejos de los 3 mil millones que produce actualmente con el transporte de carga. La inmersión en el mercado de internet de SpaceX tiene como objetivo final financiar la llegada del hombre a Marte, un anhelo de Musk.
Para lograr el objetivo, a principios de enero pasado SpaceX realizó con éxito una prueba no tripulada con la cápsula Crew Dragon en su plan para poner en marcha los primeros vuelos comerciales al espacio con humanos.
Los viajes con la Crew Dragon tripulada está previsto que comiencen en un futuro próximo con el envío a la Estación Espacial Internacional (ISS, por su siglas en inglés) de los astronautas de la NASA Bob Behnken y Doug Hurley.