Esforzándose por contener las lágrimas, la primera ministra británica, Theresa May, anunció este viernes que dejará el cargo, desencadenando una contienda que llevará al poder a un nuevo líder que buscará probablemente un acuerdo de divorcio más drástico con la Unión Europea. La salida de May agudiza la crisis del Brexit, ya que es probable que su sucesor aspire a decir adiós al club europeo bajo términos más contundentes, lo que aumentará las posibilidades de un choque con la Unión Europea y unas elecciones parlamentarias anticipadas con resultados impredecibles.
Con su voz rota por la emoción, May, que soportó crisis y humillaciones durante sus fallidos esfuerzos por cerrar un acuerdo de consenso para el Brexit que obtuviera la aprobación parlamentaria, dijo que renunciará como líder del Partido Conservador el 7 de junio, por lo que la carrera por la sucesión comenzará oficialmente la semana siguiente. «Pronto dejaré de ocupar el puesto cuyo ejercicio ha sido el honor de mi vida», dijo May al exterior de su residencia oficial de Downing Street. «La segunda primera ministra, pero ciertamente no la última”.
«No lo hago con resentimiento, sino con una enorme y permanente gratitud por haber tenido la oportunidad de servir al país que amo», declaró May, bajo la atenta mirada de su marido, Philip. La otrora partidaria reticente a la permanencia británica en la Union Europea, que asumió el cargo en la confusión que siguió a la votación del Brexit en 2016, deja el cargo sin haber cumplido su principal promesa: sacar a Reino Unido del bloque comunitario y subsanar sus divisiones.
«Es y siempre seguirá siendo para mí una cuestión de profundo pesar no haber podido llevar a término el Brexit», dijo May, añadiendo que su sucesor tendrá que lograr un consenso para hacer honor al resultado del referéndum de 2016. May deja como legado un país profundamente dividido y una élite política atascada en torno a la cuestión de cómo y cuándo abandonará Reino Unido el club europeo al que se unió en 1973, e incluso sobre si finalmente llegará a hacerlo.
Jeremy Corbyn, líder del opositor Partido Laborista, afirmó que la primera ministra debe convocar elecciones parlamentarias para «dejar que la gente decida el futuro de nuestro país”. Boris Johnson, el abanderado de la campaña oficial en favor del Brexit en 2016, es el favorito para suceder a May, a quien dio gracias por su «estoico servicio». Los mercados de apuestas dan un 40 por ciento de probabilidades a que Johnson gane la contienda sucesoria.
Otro candidato por el que apuestan los mercados es Dominic Raab, ex secretario del Brexit, al que otorgan un 14 por ciento de probabilidades; mientras que el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, la ex líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, y el secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, tienen cada uno un 7 por ciento de probabilidades.