La cuenta regresiva empezó y en Nueva York ya hay un nuevo reloj gigante que va hacia atrás, marcando el tiempo para el cambio climático. El Climate Clock (Reloj Climático) es un instrumento hecho en colaboración entre artistas, científicos y activistas para concientizar sobre el tiempo que le queda al planeta Tierra de vida, señalan.
El reloj que cuenta hacia atrás se encuentra instalado en un edificio en Nueva York, en el lado sur de Union Square. Durante más de 20 años, en dicho lugar, estuvo instalado Metronome (Metrónomo), un reloj electrónico normal que indicaba la hora. No obstante, el pasado sábado 19 de septiembre, este adoptó una nueva misión, dando paso a la instalación del Reloj Climático, de acuerdo con el New York Times.
Este instrumento para medir el tiempo tiene números rojos y cuenta hacia atrás, hasta este sábado 26 de septiembre, la fecha límite está fijada en 7 años, 97 días y 18 horas y contando….
En el sitio web oficial de la iniciativa, aparecen dos números: uno en rojo, bajo el nombre de Deadline (fecha límite), el cual es un temporizador que cuenta el tiempo que tomará, a las tasas actuales de emisiones contaminantes, quemar el «presupuesto de carbono», es decir, la cantidad de CO2 que aún se puede liberar en la atmósfera mientras el calentamiento se limite a 1.5 grados centígrados por encima de niveles preindustriales, explica el sitio web del reloj.
En tanto que el segundo número, en color verde y llamado Lifeline (Línea de vida), sigue el crecimiento porcentual de la energía mundial suministrada en la actualidad con fuentes renovables, apunta.
Esta línea de vida, indica la iniciativa, debe llegar al 100 por ciento antes de la fecha límite. Actualmente, la línea de vida mostrada en el sitio web está en 27.74 por ciento.
Este proyecto también diseñó el reloj de muñeca que tiene la activista climática Greta Thunberg, el cual tiene la misma función. La iniciativa ofrece su reloj para ser instalado en diversas ciudades del mundo. También hace un llamado a que las personas recreen este reloj en otros espacios, como salones de clases.