Dennis Muilenburg, director general de Boeing aceptó que la empresa cometió un “error” al manejar un problemático sistema de alarma en la cabina de sus aviones 737 Max antes de que ocurrieran dos accidentes en los que murieron 346 personas, y prometió transparencia mientras el fabricante estadounidense intenta recuperar la autorización para que su aeronave más vendida vuele de nuevo.
En entrevista señaló que la comunicación de la empresa con reguladores, clientes y el público “no fue consecuente. Y eso es «inaceptable”. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus iniciales en inglés) culpó a Boeing de no informar durante más de un año a los reguladores de que un indicador de seguridad en la cabina de pilotos del Max no funcionaba.
Los pilotos están molestos de que la empresa no les avisó sobre un nuevo software que ha sido implicado en los accidentes ocurridos en Indonesia y Etiopía. “Evidentemente cometimos un error en la implementación de la alerta”, dijo Muilenburg.
El directivo se mostró optimista de que el Boeing 737 Max obtendrá la autorización para reanudar sus operaciones antes de que finalice el año. Desde hace tres meses se prohibió usar esos aviones a nivel mundial, y aún falta que los reguladores aprueben los ajustes que Boeing realizó a su software.
Muilenburg dijo que los choques de las aeronaves de Lion Air y Ethiopian Airlines representan un “momento decisivo” para Boeing, pero indicó que cree que a partir de ello la compañía será “mejor y más sólida”.
En declaraciones antes de que se lleve a cabo el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París, Muilenburg dijo que su compañía enfrenta el momento con “humildad” y está enfocada en recuperar la confianza.
Pronosticó un número limitado de pedidos durante la exhibición en la capital francesa, la primera de gran magnitud desde los accidentes, pero señaló que su asistencia era importante para hablar con los clientes y otros integrantes de la industria.