Donald Trump afirmó que el Gobierno de China está «trasladando tropas» hacia la frontera con Hong Kong, y todo ello se produce en medio de las tensiones por las protestas ciudadanas de las últimas semanas en el territorio.
El presidente de Estados Unidos vía Twitter afirmó: «Nuestra Inteligencia nos ha informado de que el Gobierno chino está trasladando tropas a la frontera con Hong Kong. Todo el mundo debe permanecer en calma y seguro».
Además agregó: «Muchos me acusan a mí y a Estados Unidos de los problemas que hay en Hong Kong. No puedo imaginar por qué», ha añadido Donald Trump en la red social Twitter.
Durante la jornada de este martes se han registrado enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en el aeropuerto de Hong Kong, después de que estos últimos lograran interrumpir las operaciones en las instalaciones.
Con la de este martes ya son cinco las jornadas consecutivas de protestas en el aeropuerto. «Estamos intentando detener los vuelos y, como ayer, bloqueamos toda la zona de salida para que quien quiera irse de Hong Kong no pueda hacerlo», ha explicado uno de los manifestantes, Joshua Wong, en declaraciones a la agencia alemana.
El aeropuerto se ha convertido de esta forma en el principal epicentro de una protestas que comenzaron a principios de junio para reclamar la paralización de una ley que autorizaba la extradición de sospechosos a la China continental. La rebelión, sin precedentes en décadas, se ha endurecido con críticas al Gobierno de Carrie Lam, a la que han reclamado reformas más amplias.
¿Porqué protestan?
El motivo es la aprobación de la nueva ley de extradición de Hong Kong que permitiría por primera vez que los sospechosos de haber cometido un delito que residan en Hong Kong sean extraditados a China continental. Los partidarios del proyecto de ley señalan que esta reforma legal es clave para garantizar que la ciudad no se convierta en un refugio para delincuentes. Sin embargo, los detractores temen que la ley se convierta en una herramienta para que las autoridades chinas puedan extraditar a opositores políticos y otros enemigos para juzgarlos en China continental, donde no está garantizado que se respeten sus derechos.