La NASA quiere comprar rocas y polvo lunar de empresas del sector privado, las cuales podrían recolectar de la luna los materiales, lo que representaría el último paso en el impulso de una década de la agencia espacial para comercializar la exploración espacial.
La solicitud oficial, publicada este jueves 10 de septiembre, establece que la NASA está dispuesta a pagar por muestras de entre 50 y 500 gramos, hasta alrededor de una libra cuando se pesan en la Tierra. Y la NASA dijo que los fondos se pagarán en su totalidad una vez que las empresas puedan «proporcionar imágenes», lo que demuestra que las muestras han sido recolectadas y la propiedad total de las muestras se transfiere a la NASA, según el anuncio.
La agencia espacial espera que los materiales sean recolectados en 2024 y dijo que las ofertas de empresas de todo el mundo son bienvenidas.
La NASA señaló en su anuncio que el objetivo del gobierno de Estados Unidos es crear políticas que «alentarán el apoyo internacional para la recuperación y el uso público y privado de los recursos en el espacio exterior». Estimular las inversiones del sector privado en tecnología espacial empujará los esfuerzos de ciencia y exploración más allá de lo que solo el dinero de los contribuyentes podría lograr.
«Sabemos que una política de apoyo con respecto a la recuperación y el uso de los recursos espaciales es importante para la creación de un entorno de inversión estable y predecible para los innovadores y empresarios espaciales comerciales», dijo la NASA en su anuncio.
La confirmación de que la NASA pagaría a las empresas por muestras de rocas lunares establece un precedente legal importante, dijo Casey Dreier, principal defensor y asesor principal de políticas de la organización sin fines de lucro Planetary Society.
La idea de si un país -o una empresa- deberían poder poseer o vender recursos extraterrestres es objeto de un acalorado debate en el derecho internacional. El Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1969, ampliamente ratificado, no es expresamente claro sobre el tema, y un tratado lunar de 1979 que busca aclarar el tema solo ha sido ratificado por 18 países. (Estados Unidos no es uno de ellos).
La nueva política de la NASA esencialmente confirma que, a los ojos del gobierno de Estados Unidos, las empresas pueden ganar dinero con los recursos que recolectan, dijo Dreier. Eso podría alentar a los capitalistas de riesgo y otros a invertir más en tecnologías de exploración espacial.
Las empresas involucradas en el programa de Servicios de Carga Lunar Comercial de la NASA, por ejemplo, dependen principalmente de la financiación de la NASA para desarrollar pequeños robots que puedan llevar carga a la superficie lunar. La nueva política de la agencia espacial podría indicar a los inversores que si esas empresas también quisieran cosechar rocas lunares, podrán ganar dinero con esas actividades.
Pero, también señala Dreier, no hay garantías de que se obtengan ganancias recolectando muestras lunares. Tampoco está claro en este momento qué tamaño de mercado comercial podría ser realmente viable en el espacio exterior.