Un grupo de investigadores podría haber hallado la manera de salvar a la banana de la extinción, según consideran un estudio publicado el viernes 16 de agosto de 2024 por la revista Nature.
En la actualidad, la variante de plátanos más común en los supermercados es la Cavendish. Pero esto no siempre fue así; en la década de los 50, la variación llamada Gros Michel era la más popular.
Un hongo que acabó con Gros Michel
Sin embargo, la Gros Michel fue afectada por una enfermedad llamada marchitez por Fusarium (FWB, por sus siglas en inglés), la cual causó su extinción.
«El tipo de banana que comemos hoy no es el mismo que comían tus abuelos», afirma la autora principal, Li-Jun Ma, en un comunicado de la Universidad de Massachusetts Amherst.
«Las antiguas, las bananas Gros Michel, están funcionalmente extintas, víctimas del primer brote de Fusarium en la década de 1950», cuenta la experta.
El hongo Fusarium oxysporum
La infección es producida por un hongo patógeno llamado Fusarium oxysporum, que mata a la planta al ocupar su sistema vascular, bloqueando el transporte de agua y minerales.
El hongo, presente en plantaciones de banano en el sudeste asiático, África y Centroamérica, puede atacar a más de 120 otras especies de plantas y algunas de sus cepas son capaces incluso de afectar a los seres humanos.
Amenaza para la Cavendish
La variación Cavendish fue diseñada para resistir a la FWB. Sin embargo, en las últimas décadas, una cepa diferente del mismo hongo (TR4) -conocida también como ‘Mal de Panamá’- está amenazando nuevamente a la producción mundial.
La cepa TR4 que mata a las bananas Cavendish «tiene un origen evolutivo diferente y secuencias distintas en su genoma accesorio, en comparación con la cepa que mató las bananas Gros Michel», dice Ma en una publicación de The Conversation.
«Algunos de sus genes accesorios activados liberan óxido nítrico, un gas perjudicial para el plátano Cavendish», agrega la genómica especialista en el estudio de F. oxysporum.
De esta manera, explica, se «facilita la infección al desarmar el sistema de defensa de la planta. Al mismo tiempo, el hongo se protege aumentando la producción de sustancias químicas».
¿Cómo salvar a la banana de la extinción?
Los investigadores plantean que el principal problema es la industria y el monocultivo de la banana: «Cultivar distintas variedades de plátanos puede hacer que la agricultura sea más sostenible y reducir la presión de las enfermedades sobre un solo cultivo», propone Ma.
«Los agricultores y los investigadores pueden controlar la marchitez por Fusarium del plátano identificando o desarrollando variedades de plátano tolerantes o resistentes a la TR4», añade.
Corresponsabilidad del consumidor
Asimismo, los expertos sugieren que los consumidores de plátanos podrían ayudar a combatir su extinción al comprar variedades de este fruto.
«La próxima vez que vaya a comprar bananas, pruebe algunas variedades diferentes que puedan estar disponibles en su tienda local de alimentos», sugiere Ma en el comunicado.
Con información de The Conversation, Universidad de Massachusetts Amherst y Nature.