Las acciones de Uber cayeron aún más tras el inestable debut de la mayor oferta pública inicial del año el viernes. Al cierre de Wall Street, los títulos cayeron 10.86 por ciento, cotizándose ahora en 37.10 dólares. La compañía con sede en San Francisco inició con 180 millones de acciones a 45 dólares el viernes pero nunca logró cotizar sobre ese precio, para finalizar ese día con una baja de 7.6 por ciento a 41.57 dólares incluso ante el alza de otras acciones.
Ahora el desplome de la acción a 37.10 dólares refleja el escepticismo de los inversionistas en cuanto a la magnitud del mercado de los viajes compartidos, la capacidad de Uber para cumplir con el reparto de alimentos y paquetes, y su impulso hacia el uso de vehículos autónomos, dijo Ygal Arounian de Wedbush Securities.
La OPI, además, llega en un momento en que los inversionistas se alejan de los activos más riesgosos, al considerar las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, comentó el analista, que califica a la empresa como “outperform”, aunque prevé que las acciones alcancen los 65 dólares el próximo año.
«La tan esperada OPI de Uber, que salió a la bolsa el viernes, claramente no fue un ’comienzo de libro de cuentos’», escribió Arounian en una nota. Uber es un caso de «muéstrame la situación y te diré que no será un éxito de la noche a la mañana”. Lyft, su colega en el negocio de los viajes compartidos también registró al igual que Uber un retroceso, al extender sus pérdidas al 29 por ciento desde su debut en marzo.
Dicha cifra no mostró signos de disminución el lunes, con acciones anotando una baja del 2.3 por ciento en las primeras operaciones. Lyft se había desplomado hacia el cierre de la semana pasada después de que su primera serie de resultados decepcionara al mercado.
Uber debe desempeñarse de manera impecable en los próximos 12 a 18 meses y, si lo hace, es posible que llegue a un valor de mercado de 100 mil millones de dólares o más, señaló Arounian. La compañía debería ser capaz de modificar su plataforma de viajes compartidos a “un motor de consumo más amplio que incluya entregas de alimentos y mercancías”, explicó. Mientras el nerviosismo en el mercado general continua a respecto de las acciones de Uber.