Eran una pareja muy feliz, Daniel Macías y su esposa, Davy, buscaban esperar hasta que se recuperaran del Covid-19 antes de ponerle nombre a su hija recién nacida tras haber dado positivo, pero desafortunadamente ella murió por las complicaciones del virus, y cuando apenas digerían la noticia de su fallecimiento, dos semanas después, también falleció el esposo; ambos por el nuevo coronavirus.
«Eran las personas más amables y asombrosas», dijo Serey. «Ellos eran los que reunían a todos, para cada cumpleaños, para cada día festivo», decía su cuñada Terry Serey.
La pareja originaria de Yucaipa -en la zona metropolitana de Los Ángeles, California- dejaron huérfanos a sus cinco hijos de 7, 5, 3 y 2 años, junto a la recién nacida que solo tiene apenas tres semanas de nacida. Padre y madre no estaban vacunados contra el Covid-19 y toda la familia se enfermó tras realizar un viaje a inicios de agosto.
Mientras que sus hijos se recuperaron del virus, la pareja empeoró en su estado de salud y terminaron siendo internados en cuidados intensivos con menos de una semana de diferencia entre ambos, «un par de habitaciones de diferencia», dijo su cuñada.
Davy estaba intubada y nunca conoció a su hija cuando dio a luz por cesárea el 18 de agosto. Daniel Macías solo conoció brevemente a su quinto hijo antes de que fuese internado en cuidados intensivo unos tres días después de su nacimiento.
Serey aseguró a NBC News que Davy no tenía sus dosis anticovid porque estaba embarazada y que se había arrepentido de no recibirla antes, además agregó que desconocía si Daniel se había inoculado, que solo sabía que la pareja pensaba que se recuperarían rápidamente y presentarían ellos mismos a su nueva hija al resto de la familia. «Nunca lo hicieron», atizó.
Su hija, que ahora tiene tres semanas, permanece sin nombre. Todos los demás menores están por ahora bajo el resguardo de sus abuelos. Aunque la cuñada no ha hablado con ellos desde la muerte de la pareja, sabe que los niños «se preguntaron dónde estaban sus padres».
Davy Macías era enfermera en un hospital localizado en Fontana, y Daniel era profesor en una secundaria en Colton -ambos cercanos a San Bernardino, en la periferia de Los Ángeles-, según la cuñada. Como ella trabajaba durante la noche y él durante el día, Serey dijo que los niños eran el «centro de su mundo».
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han estado instando en los últimas semanas a que las mujeres embarazadas se vacunen contra el covid-19 ya que son personas de riesgo, esto debido a la tercera ola de la pandemia, principalmente en la población que decidió no recibir su dosis.