La aprobación en tiempo récord del estudio de impacto ambiental de la construcción de la refinería de Dos Bocas, por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) contraviene la legislación mexicana y pone en peligro a especies locales, acusaron el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Greenpeace México y el Centro para la Diversidad Biológica.
“La toma de decisiones ‘fast-track’ desestima la relevancia de los procesos de evaluación de impacto ambiental. Preocupa que el Proyecto Dos Bocas no se analice desde una visión integral ya que el proyecto contradice los compromisos nacionales e internacionales suscritos por México en materia de combate al cambio climático. La refinería agudizará la mala calidad del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero”, declaró Aleira Lara, directora de campañas de Greenpeace México.
Las organizaciones reiteraron que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto de la refinería Dos Bocas carecía de información técnica fundamental y suficiente para poder ser evaluada de forma integral y objetiva, por lo que no debió ser aprobada.
“A reserva de que se publique el resolutivo de impacto ambiental emitido a favor de Petróleos Mexicanos, queda claro que se está vulnerando y minimizando al Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental por parte de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), situación que sienta un pésimo precedente para futuros proyectos que se sometan a dicho procedimiento y que se podrán aprobar sin mayor rigor por parte de las autoridades”, señaló Gustavo Alanís, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
Acusan que el proyecto se está evaluando de forma fragmentada, ya que por ejemplo, Pemex no ha dado a conocer todas las obras asociadas al proyecto principal, mismas que podrían ocasionar impactos ambientales como la fragmentación de los hábitats, modificación de los escurrimientos naturales, compactación de suelo, pérdida de filtración, así como afectación al humedal y la vegetación de manglar presente en el área, entre otros.
Las organizaciones lamentaron que la Manifestación de Impacto Ambiental se haya analizado en tan solo dos meses y se haya aprobado sin solicitar información adicional a Pemex.
“La MIA carece de información técnica esencial, por ello, es increíble que atípicamente y en tiempo récord se hayan subsanado estas deficiencias. Sin embargo, lo que es blanco y negro, es que el proyecto contraviene el ordenamiento ecológico que indica que hay suelo que se debe conservar, y por ello no debe ser autorizado” dijo Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.
Además, indicaron que el proyecto se traslapa con unidades de gestión ambiental señaladas como “Prioritarias de Conservación” y una de “Conservación” del Programa de Ordenamiento Ecológico del Estado de Tabasco por lo que es contradictorio e inviable.