Después de estar en el ojo del huracán, por la posible relación entre ellos y el origen del Covid-19, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Fundación Gates, desmintieron la información que circuló en redes sociales acerca de un hackeo a sus sistemas, y afirmaron que sus datos no fueron filtrados.
Información del Washington Post exponía que fueron alrededor de 25 mil direcciones de correo electrónico y contraseñas pertenecientes a institutos nacionales de salud y otros grupos que trabajan de cerca con el virus.
Bernardo Mariano, responsable de seguridad de la OMS, señaló que efectivamente a partir del mes de marzo han sido víctimas de intentos de hackeo, todos dirigidos a los principales actores en la lucha contra el coronavirus, sin embargo, estos intentos han sido infructuosos.
Por otro lado, manifestó que, si bien se habían filtrado contraseñas de correos electrónicos, esto no significaba que los piratas informáticos pudieran tener acceso a información clasificada de las bases de datos de la organización, ya que toda la información filtrada corresponde a cuentas oficiales que los empleados de la organización usaron para registrarse en otros sitios, fuera de los servidores protegidos. De ninguna forma esto significaría un problema para la seguridad de los servidores internos, ya que estos tienen sistemas de seguridad de dos niveles, por lo que una contraseña de un correo electrónico definitivamente no les podría dar acceso a información sensible y protegida.
Por otro lado, la Fundación Gates, propiedad de Bill Gates, aseguró que no tiene hasta el momento ninguna notificación de haber sido víctimas de una violación a sus sistemas de seguridad, sin embargo, se mantendrán monitoreando la situación de acuerdo a sus prácticas de seguridad de datos.