Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela rompió las relaciones diplomáticas con Colombia, poco después de que soldados venezolanos dispararan el sábado balas de goma y gases contra manifestantes presionando en la frontera por la entrada de la ayuda humanitaria que avanzaba en camiones desde Colombia.
El líder opositor de Venezuela Juan Guaidó, a quien decenas de países reconocen como el presidente interino de la nación petrolera, busca ingresar insumos desde Colombia, Brasil y también desde Curazao para atender la profunda crisis económica y escasez que sufre la nación petrolera.
Dos personas murieron el sábado en Santa Elena de Uairén, la localidad venezolana más cercana a la frontera con Brasil, desde donde se esperaba el paso a través de la aduana de dos pequeños camiones cargados con ayuda humanitaria provenientes de la vecina nación. Fuertes detonaciones se escuchaban mientras se registraban choques entre las fuerzas de seguridad y manifestantes. En el hospital de la localidad, una doctora dio un reporte oficial con al menos una decena de heridos y los dos fallecidos.
Desafiando la presión de la comunidad internacional para que abandone el poder, el cada vez más aislado Maduro volvió a rechazar la ayuda y dijo que la iniciativa enmascara un intento de golpe de Estado de la oposición con apoyo de Washington.
“Estoy más duro que nunca más duro que esta madera, duro de pie, gobernando esta patria”, dijo Maduro ante miles de seguidores reunidos en una avenida de Caracas en una marcha convocada “en defensa de la revolución”. “Soberano coñazo (puñetazo) le estamos metiendo al golpe, a la intervención gringa”, gritó. Y minutos después, anunció la ruptura de relaciones con Colombia.
“He decidido romper todas las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno fascista de Colombia y todos sus embajadores y cónsules deben salir en 24 horas de Venezuela”, disparó.
El canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, dijo que aunque Bogotá desconoce al gobierno del “usurpador” Maduro, se ordenó el regreso de los funcionarios consulares que permanecen en el país petrolero a la mayor brevedad.
Desde la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, Guaidó despidió a los camiones junto al mandatario de Colombia, el conservador Iván Duque, en un centro de acopio donde se estaban almacenadas toneladas de suministros enviados por Estados Unidos y otros países.
“La ayuda humanitaria en definitiva va camino a Venezuela de manera pacífica y de manera tranquila para salvar vidas”, dijo Guaidó al recibir la ayuda formalmente de parte de Duque, y poco después trepó a un camión de insumos en dirección a la frontera, cerrada del lado venezolano.
Pero mientras los camiones avanzaban, en la cercana ciudad limítrofe venezolana de San Antonio, fuerzas de seguridad fieles a Maduro lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma a una marcha de diputados y simpatizantes que se dirigían al puente fronterizo Simón Bolívar para recoger la ayuda.
Los manifestantes respondieron lanzando piedras al contingente, mientras del lado colombiano se formaba una cadena humana con intención de alistarse a pasar las cajas con ayuda. “Están masacrando al pueblo de Venezuela en Santa Elena de Uairén y en San Antonio”, dijo Guaidó.