Las representaciones contemporáneas de personajes históricos condicionan nuestra idea de cómo pudo haber sido esa persona de épocas pasadas. Un ejemplo es el de Elizabeth Taylor, protagonista de la película ganadora del Oscar en 1963 «Cleopatra”, quien marcó la imagen de la faraona egipcia. Sin embargo, nadie sabe cómo se veía Cleopatra en la realidad. Por parte de su padre, Ptolomeo XII, la soberana era de ascendencia macedonio-griega, pero el origen étnico de su madre no está claro. Una serie de Netflix entrega ahora una nueva imagen de la reina egipcia. La serie documental «La reina Cleopatra», estrenada este miércoles 10 de mayo, ha causado semanas antes gran revuelo. ¿Por qué? La británica Adele James, una actriz afromaericana, ha asumido el papel protagónico.

La identidad de Egipto, ¿»borrada»?
La serie ha desencadenado numerosas protestas en Egipto. Tanto así que el abogado egipcio Mahmoud al-Semary presentó una denuncia contra Netflix ante la fiscalía: el servicio de streaming debería ser bloqueado, dijo, porque el reparto de Cleopatra con una mujer afromaericana»distorsiona y borra la identidad de Egipto». También algunos historiadores, como el respetado egiptólogo y ex ministro de Antigüedades Zahi Hawass, afirmaron: «Cleopatra era griega, lo que significa que tenía la piel clara, no oscura».

El Ministerio de Antigüedades egipcio también se implicó en la polémica, publicando un extenso comunicado en el que citaba a expertos que coincidían en que Cleopatra tenía «piel blanca y rasgos helenísticos». Para Mostafa Waziri, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades, la representación de la famosa reina como afroamericana es nada menos que «una falsificación de la historia egipcia». No es racista, dice, es simplemente «defender la historia de la reina Cleopatra, que es una parte importante de la historia de Egipto en la Antigüedad».

¿De qué se trata realmente?
Existen pruebas pictóricas de Cleopatra VII, nacida en el año 69 a.C. Aparece representada en monedas de Alejandría del 51 a.C. y de la ciudad palestina de Ascalón del 49 a.C. La Colección de Antigüedades Clásicas de Berlín posee una escultura de la cabeza realizada entre el 50 y el 26 a.C. Los legados históricos no aportan ninguna información sobre el color de la piel. Es más probable que Cleopatra se pareciera a Adele James y no a Elizabeth Taylor, escribió Tina Gharavi, directora de «Queen Cleopatra», en un artículo para la revista «Variety». Agregó que, al parecer, el color blanco de la piel confiere a un personaje un valor especial, «y para algunos egipcios eso parece ser realmente importante».

Elizabeth Taylor en la película de 1963 «Cleopatra» moldeó la imagen de la faraona.

«Decisión creativa”

Gharavi señala que la familia de Cleopatra llevaba 300 años viviendo en Egipto en el momento de su nacimiento. «Entonces, ¿era Cleopatra de color negro? No lo sabemos con certeza, pero podemos estar seguros de que no era blanca como Elizabeth Taylor». El director llama a mantener una conversación sobre la «supremacía blanca interiorizada con la que Hollywood nos ha adoctrinado». Netflix describió la elección de Adele James para el papel protagónico como una «decisión creativa» que debe entenderse como un «guiño al debate secular sobre la etnia de la gobernante», así como a la población multicultural de Egipto en aquella época.

La comunidad afroamericana en el «comienzo de la civilización»

El reparto de la producción Estadounidense «Reina Cleopatra» no es fruto de un capricho artístico, sino que responde nada menos que a la herencia negra de la humanidad. En Estados Unidos, las personas afroamericanas han sido retratadas en la historia principalmente como objeto, primero de esclavitud y después de liberación, escribe Gesine Krüger, es decir, «como parte de una historia blanca de emancipación y progreso». A través de la referencia a Cleopatra y al Egipto africano, la comunidad afroamericana «no sólo tiene algo que aportar a la historia americana, sino que en cierto sentido se sitúa en su comienzo civilizatorio».

El debate actual también es desconcertante si se tiene en cuenta que las cuestiones del color de la piel y la «raza» no desempeñaron ningún papel en la Antigüedad. Mientras tanto, la actriz protagonista, Adele James, reaccionó con relativa calma a las críticas, escribiendo en Twitter: «Si no te gusta el reparto, no veas la serie».

 

Con información de DW

Por Redaccion Digital

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