Publicaciones en redes sociales han asegurado falsamente que la NASA puso fecha a «la destrucción de la Tierra» el 6 de mayo de 2022, debido al «posible impacto» del asteroide 2009 JF1. Las entradas, acompañadas de capturas de pantalla de artículos de prensa, han sido compartidas más de 1.000 veces desde el 2 de mayo pasado. Pero aunque la agencia espacial estadounidense tiene registro de un cuerpo celeste que pasará «cerca» de la tierra en esa fecha, no hizo tal anuncio. Expertos de la NASA explicaron a la AFP que el 2009 JF1 tiene pocas probabilidades de chocar con el planeta.
«La NASA pone fecha a la destrucción de la Tierra: el 6 de mayo de 2022», se lee en algunas de las imágenes difundidas en Facebook, Instagram, Twitter y artículos (1, 2, 3).
Los asteroides son objetos rocosos de tamaño inferior al de los planetas, formados hace unos 4.500 millones de años. La mayoría órbita alrededor del Sol, generalmente entre las órbitas de Marte y Júpiter.
El 2009 JF1 fue descubierto el 4 de mayo de 2009 y está clasificado por la NASA como un “objeto pequeño” y como un “asteroide próximo a la Tierra” (NEO, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, no es cierto que la agencia espacial estadounidense haya anunciado que este cuerpo celeste vaya a causar “la destrucción de la Tierra” el 6 de mayo de 2022.
Búsquedas hechas por AFP Factual en el sitio web de la agencia espacial no condujeron a resultados sobre esa afirmación. Tampoco hay registro de ello en Wayback Machine o Archive, plataformas que permiten guardar copias de contenidos incluso después de ser eliminadas.
Escasa probabilidad de impacto
Según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés), organismo de la NASA que monitorea la probabilidad de impacto de los asteroides, el 2009 JF1 tiene una probabilidad muy baja de chocar con el planeta, de un 0,00074% o uno entre 140.000. En otras palabras, el cuerpo rocoso tiene un 99,99926% de probabilidad de no tocar la Tierra.
De hecho, el 2009 JF1 no aparece en la lista Sentry de la agencia espacial de Estados Unidos, que monitorea los impactos potenciales contra el planeta.
Una búsqueda en el sitio web del CNEOS con las palabras “destrucción de la Tierra” en inglés no arrojó resultados. Tampoco se halló algún artículo en la sección de noticias, ni en sus versiones archivadas (1, 2).
Consultado por AFP Factual el 5 de mayo de 2022, el doctor Paul W. Chodas, director del CNEOS, confirmó que “las posibilidades de que 2009 JF1 impacte son extremadamente, extremadamente pequeñas (…) y el asteroide es tan diminuto que no debería ser motivo de preocupación en absoluto”.
“Quien fuera que anunció nuestros cálculos para 2009 JF1 aparentemente tuvo que escarbar mucho para encontrarlo en nuestra lista de más de mil otros impactos potenciales”, zanjó sobre las publicaciones que circulan en redes sociales.
Chodas precisó, además, que el 2009 JF1 no aparece en la lista Sentry de monitoreo de potenciales impactos “porque es extremadamente improbable y el asteroide es muy pequeño”.
La Agencia Espacial Europea informó inicialmente el 14 de febrero de 2022 que la probabilidad de impacto del 2009 JF1 era de 1 en 4.000, lo que constituía “uno de los eventos más predecibles” en su lista de riesgos. Tras una nueva investigación, la probabilidad “se redujo a sólo 1 en 1.700.000” y, en consecuencia, el cuerpo fue “relegado junto con otros objetos más rutinarios que representan una amenaza mínima”, añadió la institución.
Sobre el asteroide
Luis Barrera, doctor en Astrofísica y académico de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de Chile, explicó a la AFP que “cuando en la NASA se calcula y se indica que hay objetos que son cercanos a la Tierra, eso no significa un impacto”, ya que el asteroide sigue estando “muy lejos”.
“Los datos indican que este objeto [el 2009 JF1] está bastante lejos de la Tierra en comparación con otros que están más cerca”, agregó.
Barrera dijo que el 2009 JF1 puede ser calificado como un “Apolos”, es decir, cuerpos celestes que “no tienen un tamaño que podría producir un fenómeno [destrucción] a escala global”. Si el 2009 JF1 fuera una amenaza, estaría catalogado dentro del tipo de Asteroides Potencialmente Peligrosos (PHA, por sus siglas en inglés).
La AFP no halló en el sitio web del CNEOS al 2009 JF1 dentro de esa clasificación debido a que por sus medidas, de 10 metros de diámetro, tampoco reúne las condiciones para ser registrado de esa manera. Barrera explicó que los asteroides potencialmente peligrosos tienen un diámetro mayor a un kilómetro.
Chodas coincidió en que el asteroide es “muy pequeño” y que, en caso de impactar el 6 de mayo de 2022, “ardería en la atmósfera, produciendo poco más que una lluvia de pequeños meteoritos”.