La tormenta Ian perdía fuerza este sábado 01 de octubre a su paso por el sureste de Estados Unidos y se espera que se disipe durante la noche, después de haber causado inundaciones en Carolina del Sur y devastado buena parte de Florida, donde ha dejado al menos 23 muertos.

Las autoridades de este estado informaron el viernes por la noche que la tormenta había dejado 23 fallecidos, aunque algunos medios aseguran que la cifra es mayor. La cadena de televisión CNN eleva la cifra a 45 muertos.

Tras arrasar Florida, Ian llegó el viernes por la tarde a Carolina del Sur como huracán de categoría 1, con vientos de hasta 140 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH). Luego se debilitó hasta convertirse en una tormenta postropical.

En la mañana del sábado, sus vientos se redujeron a unos 50 km/h a su paso por Carolina del Norte, informó el NHC.

Ian «debería disiparse sobre el centro-sur de Virginia» el sábado por la noche, predijo el centro, aunque se mantiene el riesgo de lluvias e inundaciones «moderadas» en el centro de los Apalaches y el noreste de Estados Unidos.

El presidente estadounidense, Joe Biden, instó a los ciudadanos a hacer caso a las llamadas de alerta de las autoridades locales, como en Carolina del Sur, donde pidieron no circular por carreteras inundadas.

«Es una tormenta peligrosa que traerá vientos fuertes y mucha agua, pero lo más peligroso será el error humano. Sean inteligentes, tomen buenas decisiones, comprueben cómo están sus seres queridos y manténganse a salvo», tuiteó el gobernador Henry McMaster.

Unos 575.000 hogares y empresas estaban sin electricidad el viernes por la noche en Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia, según la web especializada PowerOutage.

DAÑOS «HISTÓRICOS» EN FLORIDA
En Florida, además del elevado número de víctimas humanas, los daños materiales son «históricos» debido a las inundaciones sin precedentes, según el gobernador Ron DeSantis. El viernes, en Kissimmee, no muy lejos de Orlando, las autoridades recorrían las zonas inundadas en barcos para rescatar a los residentes atrapados en sus casas.

«Apenas estamos empezando a ver la magnitud de la destrucción (…) que probablemente se encuentre entre las peores» de la historia de Estados Unidos, dijo Biden. «La reconstrucción llevará meses, años», dijo.

Más de 1,4 millones de clientes de Florida seguían sin electricidad el viernes por la noche, dos días después del paso de Ian, según PowerOutage.

En la ciudad costera de Fort Myers, el «epicentro» según Ron DeSantis, un puñado de restaurantes y bares habían reabierto y decenas de personas estaban sentadas en las terrazas, una imagen de aparente normalidad en medio de árboles quebrados y casas destruidas.

«Fue terrible, pero lo superamos. El tejado de nuestra casa salió volando, un gran árbol se derrumbó sobre nuestros coches, nuestro jardín se inundó, pero aparte de eso todo está bien», dijo Dylan Gamber, de 23 años.

Según las primeras estimaciones, el huracán Ian podría costar a las aseguradoras decenas de miles de millones de dólares y pesará en el crecimiento de Estados Unidos, sobre todo por las cancelaciones de vuelos y los daños a la producción agrícola.

Mientras tanto, continúa la búsqueda de los 17 pasajeros de una embarcación de migrantes que volcó el miércoles cerca de los Cayos, al sur de Florida.

Según un estudio científico publicado el viernes, el cambio climático aumentó en más de un 10% las lluvias que dejó Ian. «El cambio climático no causó el huracán, pero lo hizo más húmedo», dijo Michael Wehner, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, perteneciente al Departamento de Energía, uno de los científicos que participaron en el estudio. Antes de Florida, Ian pasó por Cuba, donde dejó tres muertos, grandes daños y cortes de electricidad.

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