Después de que diez personas fallecieron en un edificio en llamas en Urumqi, este fin se semana se desataron protestas en las redes sociales y en las calles, tras las manifestaciones, autoridades de la ciudad anunciaron que irán retirando las estrictas medidas.
Fue este sábado 26 de noviembre que las autoridades de Urumqi, capital de la región de Xinjiang, al noroeste de China, anunciaron que comenzarán a retirar las restricciones anticovid en algunas partes de la ciudad, confinada desde agosto, tras las protestas por la muerte de 10 personas en un incendio. Las autoridades locales indicaron que la ciudad «básicamente redujo a cero las transmisiones sociales» y «restaurará el orden normal de vida para los habitantes en zonas de bajo riesgo de manera ordenada».
Y es que el mortal incendio que dejó diez muertos y nueve heridos la noche del jueves, desató una de furia por la política de «cero covid», en momentos en que el país lucha contra el hartazgo de la población, cansada ya de las medidas hacia esta estrategia para contener el COVID-19. El fuego comenzó en el decimoquinto piso de un edificio residencial y no fue hasta cerca de tres horas después cuando los bomberos terminaron de extinguir las llamas y extraer a nueve heridos, que tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios para ser tratados por inhalación de humo.
Comentarios en redes sociales chinas e internacionales han señalado desde el viernes que los extensos confinamientos por covid en la ciudad complicaron los esfuerzos de rescate. Algunos videos parecieron mostrar a multitudes protestando en las calles de Urumqi contra las medidas. La creciente frustración con la política de tolerancia cero ante el covid ha generado también protestas en otras ciudades. China es la última de las grandes economías que sigue la estrategia de «cero covid», con confinamientos, cuarentenas extensas y pruebas masivas para erradicar los brotes que surgen.
Imágenes parcialmente verificadas por AFP mostraban a cientos de personas congregadas en las afueras de las oficinas del gobierno local de Urumqi coreando «levanten los confinamientos» y consignas como «si tenemos que morir, vosotros morís también con nosotros». La ola de descontento llegó a la red social china Weibo, donde se publicaron reclamos de que vehículos eléctricos estacionados que quedaron sin energía durante los confinamientos impidieron a los camiones de bomberos ingresar a una calle estrecha para llegar al edificio en llamas.
El portal especializado What’s on Weibo asegura que una de las etiquetas que aludía al incendio en la red social china recibió más de 1.500 millones de visitas, pero no figuraba en la lista de tendencias, lo que apuntaría a que había sido excluido por los censores de la plataforma. Las autoridades chinas censuran el contenido en internet que consideran políticamente sensible y al parecer eliminaron varios comentarios sobre el incendio. La policía de Urumqi dijo el viernes en Weibo que detuvieron a una mujer de apellido Su por «propagar rumores en internet» sobre el número de víctimas en el siniestro. Fuente DW