Conocemos Moderna por ser uno de los primeros laboratorios en conseguir que su vacuna contra el Covid-19 fuera aprobada. Esto colocó en el radar a esta empresa especializada en biotecnología, relativamente desconocida y pequeña (tenía apenas 1000 empleados en 2020, ahora son 4.000) si la comparamos con sus competidoras a nivel mundial. Aunque la compañía llevaba trabajando en la tecnología del ARN mensajero más de diez años, su vacuna contra el Covid-19 fue su primer medicamento comercializado.

Tras demostrarse que el ARN mensajero ha funcionado con éxito frente al coronavirus, la compañía prevé conseguir en los próximos años tratamientos efectivos para otras enfermedades como el cáncer o el VIH, pues su máxima convicción es que esta tecnología podrá cambiar el futuro de la medicina, encontrando la cura para enfermedades que hoy en día no la tienen.

El director ejecutivo de la farmacéutica Moderna, Stéphane Bancel, justificó el miércoles 22 de marzo ante el Senado Estadounidense la decisión de su empresa de cuadruplicar este año el precio de la vacuna contra la covid-19, alegando que la complejidad del mercado ha incrementado. Su comparecencia ante el comité de Sanidad, Educación, Trabajo y Pensiones de la Cámara Alta se produjo para dar explicaciones por esa subida prevista, pese a la multimillonaria inversión recibida por parte del Ejecutivo Estadounidense para desarrollar la vacuna.

Cuando el Gobierno de Estados Unidos ponga fin a la emergencia nacional de salud pública declarada por la pandemia, algo que está previsto este mayo, el Ejecutivo dejará de comprar y distribuir de forma directa las dosis, y la negociación de los precios quedará en manos de las aseguradoras y programas sanitarios gubernamentales. Moderna calcula que su vacuna pasará a costar 130 dólares. «La transición de un mercado pandémico a uno endémico implica una mayor complejidad y riesgo», apuntó Bancel, subrayando que en el pandémico solo tienen un cliente, el gubernamental, y en el endémico «habrá 10.000». Durante la pandemia, añadió, el Gobierno Estadounidense asumía el riesgo de las dosis sobrantes y la distribución era mucho más sencilla y ahora se espera además una reducción del 90 % en la demanda.

Moderna afirmó el pasado 15 de febrero que su vacuna contra la covid-19 seguirá estando disponible sin costo para las personas aseguradas, independientemente de que la reciban en los consultorios médicos o en las farmacias, mientras que para aquellas sin seguro o con un seguro insuficiente su programa de asistencia al paciente la proporcionará gratis.

Pero la crítica de los congresistas Estadounidenses procede de la decisión de incrementar su precio después de que el Ejecutivo invirtiera 10.000 millones de dólares con dinero de los contribuyentes para la investigación y desarrollo de esa vacuna. El senador independiente Bernie Sanders, presidente del comité del Senado que sentó a Bancel en esta sesión, recordó que, en cuando Moderna empezó a recibir miles de millones de dólares por parte de la Administración federal, el director ejecutivo se hizo «multimillonario» de la noche a la mañana.

«¿Reconsiderará su decisión de cuadruplicar el precio de la vacuna?», le preguntó. Bancel se mostró categórico: «Tenemos que lidiar con la complejidad. El volumen que teníamos durante la pandemia nos ofrecía una economía de escala que ya no tendremos», dijo, recordando entre otros puntos que a cambio de los 1.700 millones de dólares recibidos en préstamos gubernamentales, Moderna ofreció un descuento de 2.900 millones en la vacuna.

Por Redaccion Digital

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