La mexicana Paola Schietekat denunció a principios de febrero que fue agredida sexualmente durante su estadía en Qatar. Decidida a presentar una denuncia, las autoridades del país árabe decidieron acusarla de tener una “relación extramarital”, y condenarla a siete años de cárcel y 100 latigazos.

Este viernes, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio a conocer que asignó “al mejor abogado” del Consultor Jurídico de la SRE para atender el caso de Paola, quien durante las últimas dos semanas denunció la falta de actuar de la embajada de México en Qatar.

 

La maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford dio a conocer su historia a través del artículo “Fuga de Cerebros | Un mundo que parece odiar a las mujeres” publicado en la página Julio Astillero.

En ese texto, Paola relató su vivencia en el país que será sede del Mundial de Futbol este año. Fue en 2021 cuando Schietekat Sedas trabajaba para Supreme Committee for Delivery and Legacy.

La noche del 6 de junio de 2021, mientras se encontraba en el departamento donde residía, un conocido de la comunidad latina en Doha, a quien consideró su amigo, entró al inmueble mientras ella dormía.

“En Doha, siendo de las ciudades más seguras del mundo, mucha gente deja su puerta sin seguro y recae en la seguridad del edificio”, explicó la connacional.

En seguida el agresor y la víctima forcejearon lo que provocó que la joven cayera al piso. Consiguió zafarse y huyó del lugar. Horas después aparecieron moretones en el brazo izquierdo, el hombro y la espalda de Paola Schietekat.

Ante el violento evento que vivió, decidió pasar la noche en un hotel, para evitar dormir cerca de su agresor. Fue ahí donde decidió interponer una denuncia.

El día siguiente consiguió un certificado médico y acudió a la policía en compañía del cónsul de México en Qatar para denunciar.

“Ahí, todo fue en árabe, y con mi árabe limitado logré explicar la situación. Al preguntarme si quería una orden de alejamiento, no hacer nada, o ir a las últimas instancias, me congelé, por el shock, por el miedo y la falta de sueño, y volteé a ver al cónsul, quien me recomendó ir a las últimas instancias. Firmé la declaración en árabe y di los datos del agresor“, relató.

“Horas después, a las nueve de la noche, me hablaron por teléfono para acudir urgentemente a la estación de policía. Extrañada, pregunté si era necesario que una mujer que acababa de ser agredida fuera sola a la estación de policía a esa hora. Su respuesta fue que, si no iba, mi denuncia sería descartada. Tomé un taxi. Al llegar a la estación, los policías pusieron delante de mí a mi agresor”.

En las instalaciones de las autoridades, la mexicana fue interrogada durante tres horas.

“En cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón yo había pasado a ser la acusada. Cuando preguntaba por qué exigían que les diera mi celular, me aseguraban que no había cargos en mi contra, que solo querían verificar que no hubiera una relación romántica entre nosotros, pues el agresor se defendió de la denuncia diciendo que yo era su novia. En Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos. De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba”, relata Paola Schietekat en El Astillero. Con información de Aristegui y Astillero

Por Redaccion Digital

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