Las autoridades de Nueva Zelanda están apurados en identificar a las 50 personas que murieron en una masacre en dos mezquitas para que sus familiares puedan enterrarlos de acuerdo con la tradición musulmana.
Además de las personas que murieron en el ataque del viernes, otras 50 personas resultaron heridas en los disparos, dijeron las autoridades. De las víctimas heridas, 34 permanecen en el Hospital Christchurch, incluidas 12 en cuidados intensivos. La tradición islámica exige que una persona sea enterrada tan pronto como sea posible después de la muerte, idealmente dentro de las 24 horas.
Tanto el Gobierno como la policía neozelandesa han expresado su comprensión e interés en satisfacer esta demanda pero han pedido paciencia para que los forenses concluyan la identificación de los cadáveres. Familiares y representantes de la comunidad musulmana piden desde el domingo que se acelere esta entrega para poder efectuar los ritos funerarios de conformidad con su religión.
Jacinta Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda informó de que el principal sospechoso y único imputado por ahora, el australiano Brenton Tarrant, de 28 años, se encuentra en una celda de máxima seguridad a la espera de comparecer de nuevo ante el juez el 5 de abril. Dijo haber pedido consejo sobre una posible repatriación de Tarrant, imputado de momento con un cargo de asesinato, pero aseguró que tanto la acusación como el juicio tendrán lugar en Nueva Zelanda.
Además señaló que se reforzará la presencia policial mañana en Christchurch, en el primer día laborable de la semana, y que esta se mantendrá en las mezquitas de todo el país durante la celebración de plegarias.