Este viernes un juez en Curitiba ordenó la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que había sido encarcelado en abril del 2018. El expresidente ya está libre y podrá apelar su caso en libertad. La Corte Suprema de Brasil dictaminó ayer que los acusados solo pueden ser encarcelados después de haber agotado todas las apelaciones, allanando el camino para la liberación de Lula da Silva.
El ex presidente brasileño llevaba 19 meses encarcelado por un caso de supuesta corrupción y al que la justicia impidió concurrir a las últimas elecciones. La decisión del magistrado de liberar a Lula llegó un día después de que el Tribunal Supremo decidiera por la mínima, seis a cinco, revocar un criterio establecido hace tres años y crucial en las investigaciones de Lava Jato, de modo que ahora los condenados solo entrarán en prisión cuando la sentencia sea firme, no tras la condena en segunda instancia.
En un mensaje en vídeo vía Twitter, Lula da Silva expuso: «Queridos compañeros y queridas compañeras, no saben lo que significa que yo esté aquí con ustedes. Toda mi vida he estado hablando con el pueblo brasileño y no pensé que hoy estaría aquí», ha asegurado Lula tras abandonar la prisión. «Quiero que todos sepan que [el exjuez Sérgio] Moro no encarceló a un hombre. Quisieron encarcelar una idea y las ideas no se encierran, no se matan», ha defendido ante cientos de simpatizantes. «El pueblo brasileño es el único que puede salvar a este país». «Necesitamos un gobernante serio», agregó.
Ahora con la liberación de Lula se esperan las repercusiones políticas en un Brasil que hoy por hoy está muy polarizado. Más temprano, antes de su liberación, numerosos seguidores del ex mandatario, agolpados frente a la prisión, esperaron la decisión del juez. «¡Suelten a Lula!», se ha coreaba toda la mañana a las puertas de la cárcel. Sus simpatizantes hacían guardia desde el primer día que estuvo en prisión, el 7 de abril de 2018. Una vigilia en la que brasileños provenientes de todo el país lo saludaron religiosamente los 580 días que ha pasado entre rejas con un “Buenos días, presidente”.