La famosa e histórica ciudad de Machu Picchu, ha fascinado a historiadores y arqueólogos por su compleja alineación con las estrellas. Algunos de sus monumentos, como el Intihuatana y el Templo del Sol, están perfectamente alineados con eventos astronómicos como los solsticios, lo que sugiere un profundo conocimiento del cosmos.
Para los incas, la astronomía no solo era una herramienta práctica para la agricultura, sino también un aspecto central de su cosmovisión. Pero, ¿cómo lograron este nivel de precisión sin tecnología avanzada?
Teorías sobre la conexión de los incas con seres extraterrestres han surgido a partir de la observación de estas alineaciones. Se plantea que sus conocimientos astronómicos podrían haber sido transmitidos por visitantes de otros planetas, ya que algunas civilizaciones antiguas, como los sumerios o los egipcios, también compartían alineaciones astronómicas similares en sus monumentos.
Alineaciones perfectas: ¿simple coincidencia o intervención externa?
Machu Picchu y otros sitios sagrados incas, como Ollantaytambo y Sacsayhuamán, están alineados de manera asombrosa no solo entre ellos, sino también con lugares distantes como las Líneas de Nazca o incluso los monumentos de la Isla de Pascua. Esto ha generado teorías sobre un conocimiento ancestral compartido o incluso la influencia de seres extraterrestres, que habrían transmitido estos conocimientos a diferentes civilizaciones alrededor del mundo.
La capacidad de los incas para diseñar templos que seguían los ciclos de los astros no solo les permitió marcar momentos clave del calendario, como los solsticios y equinoccios, sino también vincular su vida cotidiana y religiosa con el cosmos. El Intihuatana, por ejemplo, servía como un reloj solar preciso y, según algunos expertos, como un altar para conectar con entidades divinas provenientes del cielo.
¿Deidades o visitantes del espacio?
La fascinación de los incas por los cielos va más allá de la simple observación. Según algunas leyendas andinas, sus dioses, como el creador Wiracocha o el dios del sol Inti, descendían del cielo. Para algunos, esto refuerza la idea de que los incas podrían haber tenido contacto con civilizaciones extraterrestres. La presencia de tecnologías desconocidas, como el uso de piedras gigantes talladas con una precisión inexplicable, también alimenta esta teoría.
Al final, el debate sobre si los incas tuvieron ayuda de seres de otro planeta sigue abierto. Lo cierto es que su conocimiento astronómico y la alineación de sus templos continúan sorprendiendo a investigadores de todo el mundo y para muchos la prueba de que los Incas tuvieron contacto con los extraterrestres está en los templos del Machu Picchu: están alineados con las estrellas.