La erupción del volcán islandés Fagradalsfjall este fin de semana dejó impactantes imágenes de ríos de lava y de un resplandor incandescente visible desde Reikiavik. La lava emergió a través de una grieta en la corteza terrestre de cientos de metros de largo y se produjeron una serie de pequeñas fuentes que enrojeció el cielo nocturno.
Los meteorólogos dijeron que la erupción fue pequeña y que nadie estaba en peligro mientras que informaron que la actividad del volcán registra una disminución este sábado 27 de marzo. Los islandeses se habían estado preparando para una erupción después de que el país registrara más de 40.000 terremotos en unas pocas semanas.
La última erupción del volcán Fagradalsfjall fue hace unos 800 años. En 2010, la erupción de otro volcán, el Eyjafjallajokull, detuvo el tráfico aéreo en toda Europa. Sin embargo, Fagradalsfjall no ha arrojado mucha ceniza, por lo que no se esperan grandes interrupciones.
La mayor amenaza era la contaminación de los gases que se habían liberado por lo que se le pidió a los residentes cercanos que mantuvieran las ventanas cerradas. La Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) dijo en un informe el sábado que es probable que la contaminación tenga poco efecto en la salud y el bienestar de los habitantes de la zona.
Se envió un helicóptero de guardacostas para inspeccionar el área, a unos 30 kilómetros de Reikiavik que captó las impactantes imágenes de la lava descendiendo serpenteando después de la erupción. «Puedo ver el cielo rojo brillante desde mi ventana», dijo Rannveig Gudmundsdottir, que vive en Grindavik, a 8 km de la erupción.
El volcán Fagradalsfjall se encuentra a unos 30 kilómetros al sur de la capital islandesa Reikiavik. Islandia experimenta con frecuencia temblores sobre dos placas tectónicas, que se mueven en direcciones opuestas. El país es el único lugar del mundo donde la grieta de la corteza terrestre del Atlántico medio es visible sobre la superficie del océano.