Por parecer migrante atacan con ácido a un ciudadano estadounidense de origen peruano que reside en Wisconsin, Milwakee. Mahud Villalaz de 42 años, nunca había tenido ningún problema relacionado con el racismo durante su estancia en el país. Para él, Estados Unidos siempre había sido su hogar y ha vivido de manera feliz con su esposa y sus dos hijos. Pero esa tranquilidad se vio turbada el pasado 1 de noviembre.
Esa noche noche quiso ir a comer tacos a su restaurante favorito. Cuando llegó, se estacionó, bajó del vehículo y un hombre blanco de alrededor de 66 años comenzó a agredirlo. Le dijo que no podía estacionarse ahí. Villalaz no entendía lo que pasaba, hasta que volteó y se dio cuenta de que efectivamente se había equivocado. Había un cartel en donde decía que no se podía ubicar en ese sitio.
Volvió a su automóvil y descendió unas calles más adelante para volver a aparcarse. Llegó a la calle 13 de Cleveland y W. Harrison y se detuvo. Cuando salió de su coche, el mismo hombre ahora lo esperaba ahí. En esta ocasión lo insultó por ser latino. “Ustedes vienen aquí y no siguen las reglas. Están invadiendo mi país”, dijo el sujeto.
Esta vez, Mahud Villalaz decidió responderle.»Las personas vienen aquí desde otras ciudades para tener una mejor vida. Las personas que han estado más tiempo aquí son los nativo-americanos», gritó. También le aclaró que, aunque es de origen latino, tiene ciudadanía de Estados Unidos.
Mientras se entablaba la discusión, ambos hombres se miraron a la cara. El sujeto mayor sacó una botella vieja llena de ácido -al parecer se supo después era líquido de batería-, que lanzó al lado izquierdo del rostro de Villalaz. Él se tocó la cara, caminó despacio y después corrió al restaurante al que iba a ingresar para que alguien lo auxiliara. “Entré gritando al restaurante para que me ayudaran. Me dolía mucho. Después me lavé la cara”, contó el agredido.
Fue trasladado al hospital St. Mary’s en donde le dijeron que tenía quemaduras de tercer grado. También perdió la visibilidad del ojo izquierdo. Fue dado de alta del hospital, pero aún faltan meses para su recuperación. Una de sus amigas que lo visitó en el hospital documentó lo que había pasado y lo publicó en su cuenta de Facebook. Su historia se volvió viral.
Al día siguiente él y su familia dieron una conferencia de prensa para hablar sobre su caso e identificaron la agresión como un acto de odio. Informaron que las autoridades están buscando al agresor, y revelaron que ya habían tenido acceso a las cámaras de seguridad que captaron el momento del ataque. El sujeto fue capturado el 3 de noviembre, informó la familia.
Su hermana, Priscilla Villalaz, inició una campaña en la página Go Found Me para solicitar donativos, ya que Mahud tiene que pagar su estadía en el hospital y recuperación y quedó inhabilitado para trabajar como soldador hasta que sus heridas se curen por completo. Gracias a personas que hicieron donaciones pequeñas, y a un personaje anónimo que les dio más de 12, 000 dólares, alcanzaron su meta.
Mahud Villalaz dijo en la conferencia de prensa que ahora, a pesar de ser ciudadano, tiene miedo de lo que pudiera pasar. De no poder salir a la calle de forma normal como todos sus vecinos.