Los nuevos elementos que han irrumpido en el escenario coronavírico parecen ser capaces de remecer la aparente calma que se vive en el planeta con respecto a la pandemia. El fin de la política de «cero covid» en China —y el posterior aumento vertiginoso de los contagios—, además del surgimiento de la variante XBB.1.5, que avanza a paso veloz por Estados Unidos, se han mostrado como factores capaces de desordenar el tablero.
¿Colapsarán nuevamente los hospitales? ¿Volverá el uso obligatorio de las mascarillas en todos los eventos? ¿Hay que controlar mejor a quienes hayan pasado por China en estas últimas semanas? En general, los expertos llaman a la calma, y tienen razones para justificar su tranquilidad. El Dr. Jorge Ramírez, académico del programa Salud Global de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, invita a poner las cosas en contexto.
«Respecto a China, no hay temor, sino más bien un alto grado de incertidumbre respecto a lo que efectivamente está pasando. En ese país, las tasas de vacunación son menores, y con esquemas que han tenido buena efectividad, pero no tan buena como en otros lugares», explica Ramírez.
Debido a la gran cantidad de población que se está contagiando en el país más poblado del mundo, la probabilidad de que surjan allí nuevas variantes es alta. «Hay que recordar que cada vez que una persona contagia a otra existe la posibilidad de que se genere una variante, pero la mayoría de esas variantes no se replican, porque no tienen ventajas evolutivas respecto a otras», insiste el experto.
Vacunas como «amortiguadores epidemiológicos»
El virólogo español Luis Enjuanes piensa parecido. En entrevista con el diario El País, el investigador señaló que las autoridades chinas cometieron un error al haber dejado de golpe la política de «cero covid» teniendo bajas tasas de vacunación, y que ese efecto cascada puede repercutir en el resto del mundo. «Es preocupante», advirtió. Pese a ello, en América Latina, los años de pandemia han dejado aprendizajes, y la alta proporción de personas vacunadas o con inmunidad tras haber superado la enfermedad invitan a respirar con algo de alivio.
El fin de la política de «cero covid» en China provocó un fuerte aumento de los contagios en el país.
La doctora Eugenia Corrales-Aguilar, viróloga de la Universidad de Costa Rica, explicó en Twitter que la evidencia demuestra que las vacunas siguen manteniendo bajo «el riesgo de severidad y muerte», también con la variante XBB.1.5. «Sin duda, no solo en América Latina, sino a nivel mundial, existe una mayor y mejor preparación para el enfrentamiento de nuevas olas. Hay elementos que tienen que ver con la prevención de los contagios y con el tratamiento de las personas contagiadas que están mucho más fortalecidas que en las olas previas», incluso con tratamientos experimentales, dice Ramírez.
La importancia de los cubrebocas
El experto agrega que las altas tasas de vacunación operan como «amortiguadores epidemiológicos». Además, los servicios de salud de la región tienen toda la experiencia acumulada a lo largo de la pandemia y están capacitados para «volver a adaptarse hacia una atención prioritaria en el caso de una nueva ola». A eso se añade que los profesionales ya están especializados, «conocen mejor la patología y estarían mejor capacitados para trabajar en unidades críticas», también en un escenario con una variante con una letalidad más elevada.
A esos elementos hay que sumar una cierta conciencia social sobre la importancia de lavarse las manos, mantener distanciamiento físico y usar mascarilla en lugares con escasa ventilación. Ramírez, de hecho, estima que el barbijo es central a la hora de disminuir el riesgo de contraer el virus, especialmente en pacientes con enfermedades subyacentes o personas de la tercera edad. Y agrega: «Estas medidas se deben mantener de acuerdo a la realidad epidemiológica de cada país», que responde a parámetros como fallecimientos, número de casos, hospitalizaciones y tasas de infección. Con información de DW