En México, la Guardia Nacional (GN) y el Instituto Nacional de Migración (INM) aprehendieron el sábado 11 de septiembre a 150 migrantes de Haití en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, en un operativo masivo para retener a personas indocumentadas.
Los agentes federales atraparon a los migrantes en el Ejido San Nicolás Lagartero, a 10 minutos del municipio fronterizo de Tapachula, quienes habían ingresado sobre el río Suchiate a la altura de Frontera Hidalgo, desde donde caminaron varios kilómetros durante la madrugada.
En el grupo había cerca de 400 migrantes caribeños que habían cruzado entre matorrales y montazales para evitar a las autoridades. Sin embargo, unos 20 vehículos de las autoridades migratorias, cuatro autobuses del Ejército y equipo motorizado del INM ya los esperaban.
México lidia con un flujo migratorio récord de 147.000 indocumentados detectados de enero a agosto, el triple de 2020. El gobierno ha afrontado críticas de defensores de derechos humanos, por las imágenes que circulan de las agresiones de los agentes federales, quienes han disuelto a golpes varias caravanas migrantes.
Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador justificó esta semana las detenciones masivas con el argumento de que son «para cuidar a los migrantes», porque «dejarlos que transiten por todo el país, sin ninguna protección, es muy riesgoso».
Los extranjeros, que viajaban en familias, se quedaron a unos 10 minutos de llegar a Tapachula, que alberga a miles de migrantes haitianos, venezolanos, cubanos y centroamericanos en espera de asilo.
Tras el operativo, los agentes federales tomaron la carretera de Tapachula-Chico con destino a la frontera de Talismán, Guatemala, donde abandonaron a los más de 150 migrantes haitianos, entre niños, mujeres y hombres, para evitar su reingreso a Chiapas.
En tanto, también por la mañana, un grupo de 200 migrantes salió de Tapachula, desde donde lograron caminar unos 20 kilómetros para llegar al poblado de Huehuetán, donde tomaron transporte colectivo para dirigirse al municipio de Huixtla y seguir su camino. Con información de EFE, Proceso y DW