La fuga de cerebros es parte de un fenómeno conocido como Disgenesia Poblacional, por el cual la inteligencia disminuye de manera paulatina, provocando consecuencias negativas para un país entero. Así se reducen las posibilidades de desarrollo, hay pérdida de la competitividad, y a un largo plazo, también se reducen los niveles socioeconómicos e imperan condiciones de violencia en la sociedad así lo explicó el Dr. Andrew Almazán Anaya, director de Investigación y Psicología del Centro de Atención al Talento (CEDAT).
Puntualizó que: “Por la crisis económica derivada de la pandemia y por las condiciones que vive actualmente México, más de la mitad de los niños y jóvenes con inteligencia superior podrían abandonar el país en un mediano plazo. La fuga de cerebros en el país ya era muy grande, pero con los acontecimientos que estamos viviendo esta cifra podría ser mucho mayor”.
A decir del especialista, este escenario debe evitarse a toda costa, porque existe una relación entre el Coeficiente Intelectual y la riqueza de un país. “Está comprobado que cuando disminuye el número personas sobredotadas o se van del país, el ingreso per cápita de la población disminuye. Lo anterior obedece a que se reduce la capacidad de emprendimiento, hay un menor número de empresas, y de igual forma, la investigación al respecto en el país decrece, y por ende, hay menos patentes”·, comentó el investigador de Harvard University.
Estos menores se irán a vivir principalmente a Estados Unidos, Canadá, España, Reino Unido y otros países de la comunidad europea e incluso a Asia: “La pérdida para México de una persona sobredotada cuesta cerca de 70 mil dólares en promedio, lo cual involucra desde su nacimiento, la crianza y la manutención hasta antes de cumplir los 18 años. En el CEDAT estimamos que en los próximos cuatro años, mínimo 15 mil jóvenes sobredotados estarán estudiando su licenciatura en el extranjero y en 10 años podría llegar a 100 mil alumnos, lo cual representa un impacto sumamente negativo para el desarrollo del país en diversos ámbitos”, dijo.
En ese orden de ideas, la Mtra. Dafne Almazán Anaya, egresada de la Universidad de Harvard, tocó el tema de la discriminación de niñas inteligentes en México: “Hace dos años emprendimos una campaña a nivel nacional para revertir la muy poca detección de niñas con inteligencia superior: solamente 2 de cada 10 menores eran detectadas. Lo anterior tiene relación con el machismo (se les presta poca atención a las menores inteligentes dentro del hogar y la escuela), y porque suelen pasar desapercibidas. Ahora hemos revertido esta efecto; sin embargo es necesario poner mayor atención porque estamos en una paridad de cuatro a seis”, comentó.
Expuso que el CEDAT habilitó una serie de programas que tienen el objetivo de retener en el país a las mentes más brillantes. Estos programas involucran la intensificación del programa de Diagnóstico y de niños genio en todo el país, al reforzar las cobertura mediante el programa de CEDAT Foráneo que planea cubrir más regiones del país y extendiendo los horarios sabatinos.
“Aún falta mucho por hacer. Necesitamos que toda la sociedad mexicana comprenda que esta minoría es esencial para propagar el desarrollo económico, social, educativo y científico en México. Como país no nos podemos dar el lujo perderlos. Hay que tomar acciones pronto”, indicó.
Recientemente la Universidad de Harvard distinguió el trabajo del Dr. Andrew Almazán Anaya en torno a la mejora de la calidad de vida de estas minorías en México. Se trata del Derek Bok Award 2020, que entrega esta casa de estudios anualmente a los tres investigadores más destacados. Harvard reconoció su labor en pro de los derechos humanos de los niños con capacidades especiales, el impulso de una nueva ley de inclusión para niños sobredotados y destacó el trabajo que ha desarrollado el joven investigador en materia de diagnóstico de niños de genio que ha logrado diagnosticar a más de 10 mil menores mexicanos en 10 años.