La Comisión Nacional de los Derechos Humanos pidió que el proyecto del futuro gobierno desarrolle la prevención y el fortalecimiento de las instituciones civiles como responsables de la seguridad pública, al señalar que el plan presentado por el equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, enfatiza acciones reactivas, basadas en el uso de la fuerza y con la intervención de las Fuerzas Armadas.
Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, consideró positivo que el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024 incluya diversos puntos de carácter preventivo en materia de seguridad pública y reconozca como premisa el respeto a los derechos humanos. No obstante detalló en un comunicado que es preciso que se enfatice el papel esencial que las autoridades civiles deben tener al respecto y se prevenga la subordinación de autoridades civiles a militares.
El ombusman manifestó que en el documento que se hizo público se enfatizan acciones de carácter reactivo y sustentadas en el uso de la fuerza “como la creación de una Guardia Nacional que, mayoritariamente, estaría conformada por elementos de las Fuerzas Armadas, lo cual sería incompatible con la intención que se ha declarado en reiteradas ocasiones de fortalecer a las instituciones civiles de seguridad pública y dejar en manos de las mismas esta materia”.
Luis Raúl González Pérez planteó que el abatimiento de prácticas violatorias a los derechos humanos –como ejecuciones arbitrarias, desapariciones y tortura– no se puede garantizar con la sola creación de nuevos organismos como sería la Guardia Nacional que se propone, por eso consideró necesaria una política integral que, de conformidad con lo previsto por la Constitución y los estándares internacionales, haga que la seguridad pública sea responsabilidad, tanto administrativa como operativa, de autoridades civiles.
El defensor de los Derechos Humanos urgió que se debe trabajar en la necesidad de que se considere un plan específico para la revisión, capacitación y operación de las policías civiles en los distintos ámbitos y órdenes de gobierno, cuestión que el Plan Nacional no incluye.
“Privilegiar esquemas reactivos sustentados en el uso de la fuerza no contribuirá a la pacificación del país ni al abatimiento de la violencia. La paz no se puede construir con sustento en el uso de la fuerza y el debilitamiento de las autoridades civiles”, enfatizó González Pérez.