La justicia sueca ordenó la detención de Julian Assange por presunta violación, así lo pidió la Fiscalía de Suecia por acusaciones de presunto abuso sexual en contra del fundador del portal WikiLeaks, tal como se había anunciado la semana pasada cuando se reabrió el caso dos años después de cerrarlo.
La reapertura del caso Assange en Suecia obedece al cambio en su situación, según la Fiscalía, desde donde afirman que el cierre de la causa por abuso sexual se debió a la imposibilidad de hacer avanzar la causa y no a la falta de pruebas. De hecho, los tribunales suecos han concluido en varias oportunidades que las sospechas contra él son verosímiles.
La causa en cuestión se remonta al año 2010, cuando dos mujeres suecas aseguraron haber sido víctimas de delitos sexuales cometidos por Assange, quien siempre negó los cargos y se refugió en la Embajada de Ecuador durante siete años para evitar una orden de extradición a Suecia.
Si bien un caso de presunta conducta sexual indebida contra Assange en Suecia se abandonó en 2017 cuando expiró el plazo de prescripción, el 13 de mayo, los fiscales suecos reabrieron una investigación preliminar contra el creador de Wikileaks.
«He pedido a la Corte de Uppsala, al norte de Estocolmo, que detenga a Assange en ausencia, sospechoso de violación en grado menor por causa probable. Si el tribunal decide detenerlo, enviaré una orden de arresto europea para que sea entregado a Suecia», señaló en un comunicado la fiscal superior adjunta, Eva-Marie Persson.
El proceso en Suecia se reactivó a pedido de la abogada de una de las denunciantes, Elizabeth Massi Fritz. La magistrada solicitó la reapertura del caso tras la detención en Londres de Assange, a quien Quito le retiró el asilo acusándolo de supuestamente haber violado las «convenciones internacionales y el protocolo de convivencia» en la sede diplomática.