Los empresarios mexicanos a través de uno de los principales gremios pidieron este martes al Gobierno una serie de facilidades tributarias a fin de contar con liquidez para afrontar sus operaciones y pagar salarios, mientras dure la contingencia por el coronavirus.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dijo que la «cuarentena» pedida a los ciudadanos tendrá como consecuencia «la afectación en la generación de ingresos necesarios para la operación de las empresas», tras reconocer las medidas adoptadas por el gobierno para contener el brote.
El gremio aclaró que no estaba pidiendo «ningún tipo de reducción en los impuestos» sino varias medidas para que las empresas puedan contar con liquidez «con la finalidad de preservar las fuentes de empleo».
El CCE solicitó un diferimiento de inmediato de la presentación de la declaración de impuestos del 2019 tanto de personas físicas como morales durante seis meses, o permitir enterar el impuesto que resulte en la misma en 12 parcialidades actualizadas, sin recargos.
También solicitó permitir la disminución automática de todos los pagos provisionales del 2020; permitir el pago de impuestos hasta en 12 parcialidades; agilizar la devolución de los saldos a favor de IVA aplicable al 2020 y permitir temporalmente que los contribuyentes puedan compensar de manera universal de saldos a su favor durante todo el ejercicio 2020.
Les piden no despidan personal pero no les otorgan facilidades
López Obrador ha pedido a los empresarios que no despidan a sus empleados mientras perdure la contingencia, y deban ausentarse de sus labores, y que se les asegure el goce de sueldos. El coronavirus ha contagiado a más de 1.000 personas en México y ha cobrado la vida de 28.
No obstante la economía mexicana se deteriora por el impacto del coronavirus y el desplome de los petroprecios, por lo que es urgente que el Estado ponga en marcha un paquete de estímulos fiscales que ayude a las empresas a evitar la bancarrota, mantener sus finanzas sanas, promover la competitividad y atraer capitales, así han coincido especialistas.
“Todavía no vemos acciones concretas, no hay un plan integral de apoyo como se ha visto en otros países, es fundamental que exista el respaldo del gobierno federal para que las pequeñas y medianas empresas no se queden sin liquidez. Prevemos que el impacto más severo vendrá para el segundo trimestre del año, por eso deben implementarse acciones en el corto plazo, aún estamos a buen tiempo”, explicó al portal informativo Expansión, Ángel García-Lascurain Valero, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF).
Al detenerse la actividad productiva, las las empresas comienzan a tener menos ingresos, por tanto mayor presión para el pago de sus impuestos, por lo que pueden caer en impagos, y no pagar genera un mayor costo contingente, ya que su deuda puede incrementar entre 30 y 50%, consideró. Luis Javier Arreguín, director de AS Consulting Group.
Y el SAT no cede…
La semana pasada el Servicio de Administración Tributaria (SAT) detalló que no hay -al momento- ningún estímulo fiscal alguno, al contrario, emitió un comunicado en el que invitó a los contribuyentes a cumplir con sus obligaciones fiscales tras el objetivo de obtener recursos para hacer frente a la emergencia sanitaria por Covid-19 y para mantener ingresos para los programas sociales.