Estudiantes del Tecnológico Superior de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo presentaron un proyecto que consiste en la elaboración de un combustible, utilizando como materia prima el sargazo, obteniendo como resultado la producción de un biodiésel de origen vegetal que funciona como reemplazo del gasoil de origen fósil.
Este combustible vegetal puede producirse a partir de semillas, plantas, aceite de cocina reciclado o de algas marinas, ayuda a reducir los efectos contaminantes ya que elimina en un 100 por ciento las emisiones de dióxido de carbono y reduce la producción de hollín entre 40 y 60 por ciento, de igual manera también lo hace con emisiones de hidrocarburo y monóxido de carbono que disminuyen con el biodiésel entre 10 y 50 por ciento.