Identificado como el asteroide 2019 JB1, ese cuerpo cósmico pasará cerca de la Tierra en una trayectoria «astronómicamente próxima» de nuestro planeta. De chocar con la Tierra, un objeto de tal magnitud provocaría una explosión equivalente a decenas de bombas atómicas, afortunadamente, eso no pasará.
Según cálculos de la agencia espacial estadounidense NASA, el asteroide mide unos 390 metros de largo por 170 metros de ancho. Su máxima aproximación de unos 6,4 millones de kilómetros está prevista para este lunes 20 de mayo.
«Si un meteorito rocoso mayor de 25 metros, pero inferior a un kilómetro, alcanzara la Tierra, probablemente causaría daños locales al área de impacto. Creemos que cualquier cosa mayor de uno o dos kilómetros podría tener efectos a nivel mundial», dice el informe de la NASA, que además agrega: “Este objeto es potencialmente peligroso y se acerca a nuestro planeta cada dos o tres años”.
Los asteroides son cuerpos rocosos que orbitan al Sol, los cuales son de menor tamaño que cualquiera de los planetas. Hasta el momento la NASA ha identificado una cantidad importante de estos de los cuales ninguno hasta el momento, representa un grave riesgo para nuestro planeta.