En un mercado de antigüedades de Polonia fue encontrado un álbum de fotos nazi hecho con piel humana. La cubierta tiene “un tatuaje, cabello humano y mal olor”, de acuerdo con la persona que lo adquirió.
Expertos del Museo Memorial de Auschwitz que pudieron revisar el ejemplar consideran que la piel del libro era de un prisionero del campo de concentración nazi de Buchenwald en Alemania. “Sin lugar a dudas es prueba de un crimen contra la humanidad”, comentó uno de ellos.
Buchenwald, creado en 1937, era un campo de concentración recordado por sus ejecuciones, experimentos, condiciones bestiales y la depravación de sus guardias. Entre el personal estaba Ilse Koch, conocida por los reclusos como la “Perra de Buchenwald”, quien ayudaba al médico nazi Erich Wagner, que recolectaba piel humana. Con la piel se elaboraban pantallas de lámparas, libros, álbumes, cubiertas de mesa.
“La investigación sugiere que es muy probable que las tapas del álbum provengan del mismo taller de encuadernación. El uso de la piel humana como material de producción está directamente asociado con la figura de Ilse Koch, quien, junto con su esposo, inscribió su nombre en la historia como la asesina del campo en Buchenwald”, explicó Elzbieta Cajzer, director de las Colecciones del Museo de Auschwitz.