El incremento salarial de 2019 es “inaceptable por ser unilateral” por lo que “queda sin efecto”, así lo denunció la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE). El pasado viernes el Gobierno de México vía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció que a los burócratas se les daría el aumento salarial en línea con la inflación de 3.35 por ciento, además de un aumento adicional de entre 1.0 y 3.0 por ciento para quienes ganen menos de 200 mil pesos anuales netos, ajustando el mayor incremento a quienes menos ganan.
Entrevistado sobre el tema, Joel Ayala, líder de la FSTSE, propuso revisar el salario integral a partir del sueldo base y las prestaciones adquiridas, así como hacer valer los resolutivos aprobados durante el Consejo Nacional Extraordinario de esa Federación que se celebró el 23 de mayo de 2019. Planteó instalar una mesa de trabajo bipartita con la representación de Hacienda y de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, y puntualizó que “nos mantenemos atentos al avance de nuestras justas demandas».
El dirigente de los ochenta líderes sindicales que representan a los trabajadores de Gobierno reprochó que nunca existieron mesas de negociación y que se ha dejado fuera todo lo relativo a las prestaciones laborales que se revisan, por ley, cada dos años.
El 14 de junio, Carlos Urzúa, titular de Hacienda, dio a conocer que habría un incremento salarial de entre 1 y 3 por ciento para los servidores públicos que ganen menos de 200 mil pesos anuales netos. Este beneficiaría principalmente a trabajadores del sector central de la Administración Pública Federal, es decir, las secretarías de Estado. Además, señaló que los servidores públicos que reciban un salario neto anual de hasta 100 mil pesos tendrán un aumento salarial de 3 por ciento.