«Él quería hacerlo, no podía detenerlo», fueron las palabras de José Ángel «N», el abuelo del niño autor del tiroteo en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, al ser cuestionado por una mujer que al parecer se trata de su hija.
Estas palabras fueron extraídas mediante una intervención realizada a su teléfono por las autoridades, con las cuales se sobreentiende que el hombre de 58 años ya tenía conocimiento de la intención de su nieto y que él mismo le habría facilitado las armas, las cuales se comprobó que son de su propiedad.
«¿Por qué se la diste, papá? ¿Ves lo que pasa? Cuando lo vi no me sorprendí, sabía que fuiste tú quien se la dio», lo interpeló la mujer. «Él quería hacerlo, no podía detenerlo; fue su voluntad, hija», respondió.
Esto es lo que se lee en las transcripciones realizadas por las autoridades, mismas que serán presentadas como pruebas en contra de José Ángel, detenido el pasado 13 de enero.
Este domingo continuará el proceso contra el hombre, cuando se espera que sea vinculado a proceso por el delito de omisión de cuidados, corrupción de menores, homicidio calificado con alevosía y ventaja por omisión de acción. Asimismo, se buscará recabar las pruebas para acusarlo por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, al igual que su hijo, José Ángel, padre del niño.
Esto último luego de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investigara a la familia del niño responsable del tiroteo ocurrido el pasado 10 de enero en el Colegio Cervantes, el cual dejó como resultado dos muertos (una maestra y el propio niño) y seis heridos (cinco alumnos y un profesor).
Fue así que detectaron transacciones por más de 100 millones de pesos en efectivo en cuentas a nombre del abuelo, así como la compra de seis camionetas de lujo en un lapso de dos años.
La UIF encontró que el abuelo, el padre y la abuela, Rebeca «N», no han presentado su declaración fiscal, lo que alimenta las sospechas de que cometan delitos de lavado de dinero y fraude fiscal, por lo que hay una investigación contra los tres en curso.
¿Ligados al narco?
A medida que se ahonda en el caso del niño llamado de José Ángel salen a la luz detalles que permiten formarse un cuadro su situación y entorno familiar, los cuales pudieron ser elementos claves para empujarlo a perpetrar el ataque armado.
El primer antecedente se remonta su abuela materna, Ana Yáñez, quien era pareja sentimental de Arturo Hernández González, alias «El Chaky», lugarteniente del Cártel de Juárez en la Laguna y exjefe de seguridad de Amado Carrillo Fuentes, «El Señor de los Cielos». «El Chaky» fue detenido por la PGR en 2003, cuando el cártel operaba en alianza con Ismael «El Mayo» Zambada. Fue puesto en libertad una década después.
Sin embargo, la abuela murió acribillada en 2010 y su cuerpo fue abandonado en las inmediaciones del Parque Nacional Raymundo, en el municipio de Lerdo, Durango. Su padre, también llamado José Ángel, también tiene vínculos con el narcotráfico, pues fue detenido y sentenciado en julio de 2017 a cuatro años de prisión, mismos que cumplió en la prisión federal de Big Spring, en Texas (EU).
El hombre enfrentó acusaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA) por la posesión de 31 kilogramos de metanfetaminas, los cuales intentaba distribuir en Oklahoma con ayuda de un hombre y una mujer. Tras cumplir una pena de dos años y tres meses, José Ángel obtuvo su libertad y fue deportado a México en octubre de 2019.
En cuanto a la madre, Yazmine Natali, en un primer momento se dijo que habría sido asesinada cuando el niño tenía seis años de edad. Sin embargo, esta versión fue desmentida después de demostrarse que la verdadera causa de su muerte fue a raíz de una negligencia médica al someterse a una cirugía estética. Con información de El Debate.